Imaginar un mundo libre de productos derivados del petróleo resulta casi imposible, y si bien se relaciona directamente con la contaminación, algo evidentemente negativo para el planeta y el cuidado del medio ambiente, existen alternativas que pueden ayudar a aplacar este escenario.

En Argentina existe un vínculo histórico con el cáñamo, especie con la que se ha mantenido una herencia cultural por generaciones. Actualmente, se está revitalizando su uso para la elaboración de productos ecológicos que velan por la sostenibilidad.

Revalorizando el cáñamo

De acuerdo a vestigios históricos, el cáñamo ha sido valorado como una planta industrial a causa de la sobresaliente calidad de sus fibras. En el marco de tal tradición, empresas argentinas como Palo Azul, originada en Bahía Blanca, resalta la creación de productos de calzado mediante tintes naturales, impresiones botánicas y el uso de biomateriales.

Desde la marca comentan que han empezado a trabajar con cáñamo, “una fibra completamente natural que se integra de manera eficiente con tintes ecológicos, mejorando la definición y absorción en calzados”.

Este material hizo posible el desarrollo de una línea de zapatillas 100% veganas y sostenibles que cuentan con suelas de caucho reciclado. Sin embargo, sostienen que el mayor reto se encuentra en la huella de carbono y la limitada disponibilidad del cáñamo, que actualmente se importa desde India. Según indican, lo mejor sería promover la producción local.

Más allá del calzado, el cáñamo tiene propiedades capaces de reemplazar fibras sintéticas como el nylon en la confección de textiles.

No al plástico

Otra iniciativa es ioop!, marca que recurre a la biomasa del cáñamo para fabricar marcos de lentes, una alternativa de cara a los plásticos de uso común. 

Desde la empresa explican que “la cadena de valor del cáñamo inicia con su cultivo sostenible, aprovechando su resistencia natural y bajo consumo de recursos. Las fibras se transforman en textiles de alta calidad, las semillas en aceites o alimentos nutritivos, y los desechos en bioplásticos y materiales de construcción”.

No obstante, enfrentan complicaciones, como la lentitud con la que operan las instituciones nacionales y la inestabilidad económica. Declaran que es una urgencia reformar los modelos de financiamiento para que las instituciones bancarias soporten proyectos innovadores y sustentables.

El cáñamo, por sus características renovables y eficientes, representa una solución clave frente a los recursos no renovables y contaminantes. Es necesaria la creación de políticas que amparen esta clase de emprendimientos, con el objetivo de asegurar un futuro más verde y sostenible.