
Calor debajo de los Andes en la mira de la academia y el Estado como fuente de energía limpia
Al ser parte del cinturón de fuego del pacífico, Chile tiene un gran potencial de energía renovable debajo de la cordillera de Los Andes: la energía geotérmica, que aprovecha el calor que emana de las profundidades de la tierra.
Ya en 2017 Chile inauguró la primera planta geotérmica de Sudamérica en las alturas del desierto de Atacama, que produce la energía suficiente para abastecer a 165 mil hogares. Pero la baja en los precios de paneles solares y turbinas eólicas redujeron la competitividad de la geotermia, por lo que esta fuente de energía no se ha explotado como se proyectaba.
Energía geotérmica en Chile
Sin embargo, el interés por la geotermia sigue germinando. En Argentina, donde la penetración de la energía solar y eólica no ha sido tan acelerada como en Chile, tres empresas están realizando perforaciones para instalar plantas geotérmicas en la provincia de San Juan.
En el lado chileno, la Universidad de Chile desde su Centro de Excelencia en Geotermia de Los Andes (CEGA), han puesto en marcha proyectos para calefacción y agua caliente con geotermia en las regiones de Arica, Antofagasta, Ñuble, La Araucanía y Los Ríos, además de una planta de hidrógeno verde energizada mediante co generación geotérmica en Aysén.
Además, a fines de 2024 se promulgó una nueva ley para facilitar las concesiones para energía geotérmica en el país y reducir las exigencias para proyectos que usen la geotermia no para generar electricidad sino para uso térmico, de calor o frío.
La nueva ley fue presentada en el Mercado Urbano Tobalaba, cuyas instalaciones se abastecen de frío y calor y mediante un sistema de geotermia con bombas de calor. Luego del cambio de ley, empresas como la filial chilena de la danesa Transmark, han conseguido nuevas concesiones del Ministerio de Energía para explorar proyectos geotérmicos.
Luces y sombras de la geotermia
A pesar de ser más costosa, la energía geotérmica tiene la ventaja de que se puede usar las 24 horas del día de forma estable, ya que no depende de fluctuaciones climáticas, como si lo hacen la energía solar o la eólica.
Por su parte, entre las comunidades cercanas a proyectos de exploración geotérmica en el país ha surgido preocupación respecto al impacto que puede tener este desarrollo, y la potencial contaminación de cuerpos de agua subterránea con minerales, sales y metales pesados.
Varios proyectos se han judicializado, ya que algunos buscaban instalarse sin someterse a evaluación de impacto ambiental, lo que generó preocupación en las comunidades.
En 2009, una prospección fallida para energía geotérmica en la zona de El Tatio provocó una fumarola artificial de 60 metros de altura y fuertes ruidos subterráneos, además de la disminución de muchos de los géiseres de El Tatio, que son un atractivo turístico clave para San Pedro de Atacama, por lo que se suspendió las actividades de prospección en la zona.