Chile ante nueva política comercial de EE.UU.: ¿Diversificación o fortalecimiento de alianzas?
El reciente anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la posible imposición de aranceles a metales estratégicos, como el cobre, ha encendido las alarmas en Chile.
No es para menos: el cobre es, sin duda, el principal producto de exportación del país, representando en 2024 unos US$50.858 millones, lo que equivale al 50,8% del total de envíos nacionales.
El Rol del Cobre en la Economía Chilena y Global
La minería en Chile ha sido históricamente un pilar de la actividad económica, contribuyendo aproximadamente con el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2023. En términos de empleo, el sector minero genera cerca de 260.000 puestos de trabajo directos y más de 1 millón de empleos indirectos.
Dentro de este sector, el cobre es el protagonista indiscutido, no solo por su volumen de exportación, sino también por su papel estratégico en la economía global. En 2024, Chile produjo 5,3 millones de toneladas de cobre, representando cerca del 26% de la producción mundial.
China es el principal destino de las exportaciones de cobre chileno, con 51,3% de participación en los embarques de 2024, mientras que Estados Unidos ocupa el segundo lugar con 11,3%. En términos de volumen, Chile exportó 544 mil toneladas de cátodos de cobre a EE.UU. en 2024, valoradas en US$5.080 millones, con un precio promedio de US$4,24 por libra.
Pero más allá del impacto en Chile, es importante destacar que la demanda de cobre está impulsada por la transición energética y la electrificación global, factores que requieren una oferta estable de este mineral para el desarrollo de infraestructuras clave como redes eléctricas, vehículos eléctricos y energías renovables.
Se estima que para 2030 la demanda de cobre crecerá en un 35%, impulsada por la necesidad de reducir la dependencia de combustibles fósiles.
¿Profundizar las relaciones con el BRICS, o fortalecer la presencia de Chile en el mercado estadounidense?
Chile enfrenta una decisión estratégica en su política comercial: profundizar las relaciones con el bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) o mantener y fortalecer su presencia en el mercado estadounidense.
El bloque BRICS representa una plataforma clave para la diversificación de las exportaciones chilenas. Profundizar las relaciones con los países del BRICS ofrece oportunidades de diversificación y crecimiento en mercados emergentes; lo que se traduce en una mayor demanda de minerales, productos agrícolas y manufacturas chilenas.
A nivel de América Latina, tener a Brasil como aliado estratégico abre nuevas oportunidades para acuerdos más favorables, fortaleciendo la cooperación regional. Por otro lado, India aparece como mercado emergente, su creciente demanda de recursos naturales y productos agrícolas presenta una ventana de oportunidad para la exportación chilena.
Pero, existen desafíos en términos de barreras comerciales, como es el caso de India y otros países del bloque que imponen aranceles elevados. Además, Chile no tiene acuerdos de libre comercio con todos los miembros, lo que limita el acceso preferencial a estos mercados. Y, en otra arista, Rusia enfrenta sanciones internacionales, lo que limita la posibilidad de colaboración comercial y podría generar tensiones diplomáticas.
Ahora bien, mantener y fortalecer la presencia en el mercado estadounidense es otra estrategia que considerar. A pesar de la incertidumbre política, Estados Unidos sigue siendo un destino confiable para productos chilenos. El Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Chile y Estados Unidos ha permitido que el 100% del comercio entre ambos países esté libre de aranceles, facilitando el intercambio comercial, especialmente en sectores como la minería, el vino y los productos agrícolas de alta gama.
Mantener relaciones comerciales sólidas y negociar acuerdos sectoriales puede ayudar a mitigar el impacto de medidas proteccionistas. Chile debe fortalecer alianzas con compradores estratégicos en Estados Unidos, desarrollar marcas de alta calidad que absorban costos adicionales y negociar con importadores beneficios específicos para productos clave.
Una estrategia equilibrada, que combine ambas opciones, podría ser la más beneficiosa para Chile, diversificando sus mercados de exportación mientras se mantienen y fortalecen las relaciones comerciales existentes.
Depender excesivamente de un solo mercado implica riesgos significativos, especialmente cuando se enfrenta a decisiones políticas proteccionistas como las impulsadas por EE.UU.
Chile necesita implementar estrategias para diversificación a través de la expansión hacia los mercados en Asia, Europa y América Latina, así como también, promover el desarrollo de productos con mayor valor agregado. La promoción de industrias emergentes como el hidrógeno verde y la integración en cadenas globales de valor son pasos fundamentales para asegurar un crecimiento económico sostenible y reducir la vulnerabilidad ante cambios en las políticas comerciales internacionales.