Fue la semana pasada cuando la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, se reunió con los jefes de bancada del oficialismo con el fin de instarlos a aprobar la reforma de pensiones más allá de los reparos que podían tener acerca del proyecto. 

La petición de la ministra iba en la dirección de lograr el gran objetivo que se trazó el gobierno: aprobar la reforma en enero para promulgarla lo más pronto posible. 

De hecho, para cumplir con el plazo autoimpuesto, el Presidente Gabriel Boric hizo uso de su facultad constitucional extraordinaria para citar al Congreso esta semana y así lograr que la reforma sea despachada por el Congreso antes de que finalice el mes. 

Asimismo, fue el mismo mandatario quien encabezó las gestiones para sofocar la eventual rebelión de la bancada del Frente Amplio que apuntaba a enviar la reforma a comisión mixta y reponer la separación de la industria. 

Sin embargo, en la previa de la votación en la Cámara de Diputados —que fue citada para mañana miércoles hasta total despacho— aún hay diputados que se muestran escépticos de la reforma. Incluso, un grupo de diputados oficialistas podría bajarse del proyecto y votar en contra o abstenerse.

Riesgo de descuelgues

Contabilizando todas las bancadas del oficialismo, hoy el gobierno cuenta con un piso de 67 votos, más los siete votos de la DC, lo que le daría un piso de 74 apoyos a la reforma, sólo dos votos menos del umbral que exige la Constitución para aprobar la reforma. 

No obstante, hay sectores del oficialismo que siguen descontentos con el acuerdo al que arribó el gobierno con Chile Vamos en el Senado.

En concreto, hay tres bancadas del oficialismo que, si bien definieron su voto a favor de la reforma de pensiones, tienen integrantes que podrían rechazar la reforma. Se trata de las bancadas del PS, PPD y el PC. 

El jefe de bancada de diputados del Partido Socialista, Daniel Melo, confirmó en entrevista con El Desconcierto que se había llegado a la conclusión de que el sector va a apoyar la reforma. “La bancada de manera colectiva tomó la definición que mayoritariamente va a respaldar la reforma del sistema de pensiones”, dijo el diputado. 

Sin embargo, ciertos integrantes de la bancada socialista han sido férreos críticos del acuerdo. Uno de ellos es Marcos Ilabaca, quien ha calificado el proyecto como una “reformita”. De hecho, el domingo pasado sostuvo que “la reforma pasa del no más AFP a mucho más AFP y solamente consolidamos un mercado que es un fracaso”.

Pese a esto, Ilabaca aseguró que iba a votar a favor de aquellos artículos que ayuden a mejorar las pensiones. 

La posición del diputado socialista ha molestado en su propia bancada. De hecho, Melo sostuvo en conversación con ED que “todos aquellos que voten rechazando la reforma al sistema de pensiones y voten con el Partido Republicano, en el fondo lo que están haciendo es mantener un sistema que ha fracasado”. 

En la bancada de Independientes-PPD, de sus nueve integrantes, seis estarían por aprobar la reforma a pesar de los reparos que genera el proyecto. Hoy, por ejemplo, confirmó su voto a favor la jefa de bancada, Camila Musante, quien fue una de las principales críticas del gobierno por no incluir en el proyecto la rebaja de la tabla de mortalidad. 

“Hemos hecho todas las prevenciones porque nos parece lo responsable, considerando que la reforma recién ahora llega a la Cámara. Pero nosotros no estamos en ninguna posición de rechazar algo que sea un avance y consideramos que igualmente la reforma es un avance”, afirmó Musante. 

De todas maneras, hay tres integrantes de la bancada que están en duda. Por una parte está Marta González quien hasta hoy 28 de enero contaba con licencia médica, y por otra están Jaime Araya y Carlos Bianchi, quienes han planteado duras críticas al proyecto. 

Según fuentes de la bancada, la decisión de ambos iba a estar fuertemente influenciada por la votación de los senadores Pedro Araya, hermano de Jaime, y Karim Bianchi, hijo de Carlos. Y a pesar de los reparos de los senadores, ambos optaron por aprobar la reforma. 

En el PC, además, también se han levantado voces críticas de la reforma. Carmen Hertz, por ejemplo, ha cuestionado duramente los términos del acuerdo. 

En todo caso, la directiva fijó como posición del partido apoyar la reforma en los términos en que el gobierno