Este 2025, es el último año del Presidente Gabriel Boric en el gobierno, lo que implica que la agenda estará cruzada por la campaña presidencial para elegir a su sucesor en La Moneda.

Atendiendo a este escenario, conversamos con dos expertos, quienes desde la academia nos ofrecen un panorama respecto de qué podríamos esperar a nivel de trabajo legislativo y cómo el quehacer político podría verse cruzado por la carrera al poder.

La primera de ellas, es  Rocío Zepeda Majmud, cientista política y magíster en Seguridad y Defensa, doctora en Ciencias Políticas y docente Escuela de Gobierno y Administración Pública de la Universidad Mayor, quien nos explica su visión sobre el tema.

- ¿Se puede aspirar a algo este 2025, más allá de la reforma de pensiones?

Difícil, muy, muy difícil. El último año de gobierno, generalmente los presidentes tienden a subir un poco en aprobación. Generalmente los años más críticos son el segundo y el tercero, pero a niveles programáticos, es difícil que se pueda avanzar en este año en temas esenciales que planteó el gobierno en el programa.

Creo que la reforma de pensiones se ha convertido en el 'caballito de batalla' para poder dejar un legado. Igual, tampoco hay que desmerecer que durante el gobierno de Boric han habido varias reformas que han sido significativas, importantes, y que eran también prioridad para el mismo gobierno. Pero ir más allá, y que se pueda seguir avanzando en el programa durante este último año, personalmente lo veo un poco complicado.

Época de definiciones

¿Que podríamos esperar de trabajo legislativo en relación con el gobierno?

Todo va a tener que ver con cómo el gobierno empiece a comunicar las cosas que ha hecho Además de este empuje que se le está dando a la reforma de pensiones, va a depender de cómo comuniquen.

También hay que entender que que el oficialismo, en este momento, no está tampoco en buen pie para la elección presidencial. O sea, si las elecciones presidenciales fueran mañana, el oficialismo pierde definitivamente, porque tampoco hay candidato…

Entonces, va a depender de quién se presente en la primaria, qué candidato se defina como parte del oficialismo para ir a la elección presidencial, y también a nivel parlamentario. Hay varios parlamentarios que han tenido varios problemas, por ejemplo, Maite Orsini.

Y también por el otro lado, por la oposición, hay parlamentarios que han tenido también varios problemas que van desde casos de malversación de fondos, hasta otros que son un poco más graves, y más delicados.

"Se pierden temas relevantes"

- Más allá de los temas que hay sobre la mesa a nivel coyuntural, ¿qué expectativa podemos tener de la oposición y el gobierno considerando la elección, pensando en Chile vamos y la ultraderecha?, ¿el debate y la urgencias del país se pueden perder por estas definiciones?

Sí, porque es algo que tiende a pasar también en periodos de elecciones. Se pierden los temas relevantes sobre los cuales se ha estado avanzando en los últimos años, y se centran más bien en la campaña para poder ganar el sillón presidencial.

Desde esa perspectiva, creo que hay un tema de que la oposición va a tener que resolver a nivel interno, que es el fraccionamiento interno que ellos están teniendo, y los candidatos que están llevando.

Hasta ahora, Evelyn Matthei es la candidata de RN y la UDI, en el Partido Republicano tenemos a (José Antonio) Kast, más a la derecha quizás, está Johannes Kaiser. Entonces, hay un fraccionamiento. Evidentemente, si es que ellos tres se presentaran a candidato, uno va a pasar a la segunda vuelta, pero esa división ya está establecida, ya hay una división, un fraccionamiento.

Entonces, hay que ver qué va a pasar con el candidato, también, qué define la oposición. ¿Va a haber primarias?, ¿quién va a llegar?, ¿qué partidos se van a unir?, ¿qué partidos los van a apoyar?

Oposición tratará de frenar proyectos

También hay un tema bien relevante, que es si la derecha más tradicional o la derecha más democrática, va a conceder o va a concretar una alianza con esta derecha que es más autoritaria, hay que ir viendo.

Es muy pronto todavía para definir ese tema, pero definitivamente sí se va a perder el debate de los temas que son más urgentes para el país. Por lo mismo, es difícil también que se pueda posicionar la agenda legislativa del gobierno, porque el debate se dirigir a otra cosa.

Y también en la misma oposición, que en su trabajo de oposición, va a tratar de ponerle trabas a los proyectos más emblemáticos, para evitarle los triunfos al gobierno, y para poder ellos también ganar espacio en la futuras elecciones presidenciales.

Hay que ver cómo se va a ir desarrollando esto, yo considero que es muy pronto, pero ya a mitad de año incluso un poquito antes, mayo, junio, vamos a tener más o menos un escenario de cómo se van a ir armando las próximas elecciones presidenciales.

Agenda legislativa, complicada

Por su parte, desde la Universidad Andrés Bello (UNAB), el académico y analista político Felipe Vergara Maldonado, comenta cómo visualiza el quehacer político este año electoral.

“En periodo electoral, la agenda legislativa, sufre ciertas complicaciones, hay determinados proyectos que pueden ser muy relevantes, pero que pueden dañar a una candidatura porque puede que no sean afines a una corriente u otra, y eso complica a determinada candidatura”, contextualiza.

También, comenta, “hay proyectos que pueden ser muy atractivos, que uno espera que se que se legislen, que terminen de aprobarse en el gobierno” del mandatario de un sector, “ahí se recomienda o tratan de dilatar un poco el proyecto, para que sea aprobado en otro en otro periodo presidencial… ambas cosas son complejas, y los parlamentarios lo saben”.

De hecho, recalca, “si llegan a votar por un proyecto, aunque sea necesario, que perjudica a a su electorado, van a preferir no votarlo”, sostiene apuntando a una cuestionada situación protagonizada por Luciano Cruz-Coke.

“Recordemos que hace poco un senador de Evópoli, dijo: ‘¿por qué no dilatamos un par de meses la implementación de la nueva PGU (Pensión Garantizada Universal), la actualización del monto, para que no esté relacionada con una campaña presidencial?”.

En opinión del docente, “parece un poco aberrante, y poco lógico imaginar eso, porque” no se “debiera legislar con una mirada electoral, sino con una mirada de país, no de oportunidad”.

Pueden proliferar proyectos sin asidero alguno

“Pero esa cosas suceden y es complejo”, releva. “Y también es complejo porque empiezan a proliferar a veces determinados proyectos legales que no tienen ningún asidero, y su único objetivo es hacer ruido, o generar adhesión con un público u otro, eso también afecta”.

Ahora, complementa el académico, “nosotros tenemos elecciones cada cuatro años a nivel presidencial, también parlamentario, y eso es muy complejo, y si se espera legislar de acuerdo a lo que va a pasar en la próxima elección, hace que el resultado no sea el adecuado”.

Pero esa es la realidad a la que uno “muchas veces se enfrenta estos años electorales”, dice.

Consultado respecto de a qué se expone el país este 2025 electoral a nivel legislativo, Vergara Maldonado deja claro que “dependiendo del proyecto, va a haber adhesión o no entre oposición y gobierno, por ejemplo en el caso de la reforma de pensiones”.

“No es misterio que es un tema muy complejo, que lleva mucho tiempo, y se dilata constantemente, si no se aprueba ahora, difícilmente va a continuar igual como está en un próximo gobierno, ya pasó con el gobierno anterior”, dice tomándole el pulso a los meses que se anticipan.

Proyectos podrían atrasarse un año

En consecuencia, dice Vergara Maldonado, “es un tema que es mejor zanjar ahora, antes de que esto pase a un futuro gobierno donde tampoco se puede aprobar, entonces hay veces que uno ve que hay ciertos proyectos que siendo buenos, el caso de las pensiones es bueno y es necesario, pero también se aprueba en un momento de oportunidad electoral”.

De hecho, releva apuntando a los años de dilación de este tema de urgencia nacional, “nadie quiere que este tema siga penando a un próximo gobierno de uno, de una corriente u otra, hay cierta afinidad”.

Un escenario no proyectable a otras iniciativas legales. “Puede que haya otros proyectos que perfectamente podrían atrasarse un año, para que el rédito o los beneficios, se vean en el próximo gobierno y no en el actual, eso también es una realidad”, dice el académico.

Paralelamente, destaca el experto, “eso hace a su vez, que los conflictos a veces se agraven un poco más, o se expresen un poco más fuerte entre gobierno y oposición, cualquiera sea el gobierno, cualquiera sea la oposición”.

“Esto es transversal, porque se requieren tribunas comunicacionales para ir mostrando lo que se está haciendo, y eso se expresa con mayor fuerza cuando es periodo electoral”, recalca.

Veremos proyectos muy populistas y poco prácticos

Dicho esto, Vergara Maldonado advierte el escenario al que nos expondremos. “Vamos a ver una serie de proyectos asociados a temáticas principalmente electorales”, esto es “seguridad, salud, pensiones, vivienda, migración van a ser los temas”.

“Y se va a exigir, o se va a proponer, de uno u otro lado, proactividad, van a surgir proyectos que a veces son extremadamente populistas y poco prácticos para mostrar que hay una fuerza”, además de “tratar de transmitir que el gallito está de nuestro lado, sea cual sea ese lado”, advierte.

Adicionalmente, asegura que “otro tema que puede surgir es -no necesariamente parlamentario-, sino a nivel de corrientes políticas, que presionan al Parlamento”.

Lo que opera, detalla, “diciendo: ‘se debiera a legislar sobre esto, ¿hasta cuándo se sigue esperando esto?, ¿por qué no se hacen proyectos de este de esta magnitud? Extrapolando, ‘hay que expulsar a todos los migrantes ilegales, sean o no formales, o tengan un ingreso formal o no…”.

Parlamentarios ven la oportunidad

“Y eso empieza a mover, y los parlamentarios o las autoridades que vayan a la elección, a la o a la reelección, ven esto como una oportunidad para poder darse a conocer, y mostrarse", recalca.

Es por eso que al "incumbente, aquel que está ya ejerciendo esa función, y va a la reelección”, dice, se le abre la posibilidad de presentar proyectos, de “demostrar acciones”.

Y finalmente, recalca, “más allá de que estos lleguen a puerto o no, si uno hace un análisis de la cantidad de proyectos que han presentado los distintos parlamentarios, y el asidero que tienen sus proyectos” en época electoral, “muy probablemente sea un porcentaje muy bajo el que ha logrado avanzar".

"Y la mayoría de los proyectos", es probable que incluso "tengan una mirada más bien sensacionalista, puntual y y acotada a una acción, o a una gestión determinada que no tiene asidero alguno para llevarse adelante”, plantea el académico.

Pero, concluye, “en su minuto se le permitió mostrar su punto y tratar de jugar con ese punto de cara a la elección”.