La rehabilitación de la fauna silvestre tiene como objetivo recuperar a los animales heridos, enfermos o huérfanos, para que puedan regresar a su hábitat natural e integrarse nuevamente a sus poblaciones silvestres. Este proceso requiere cuidados especializados y técnicas que restauren su capacidad para sobrevivir y reproducirse en la naturaleza.

Nos encontramos nuevamente en plena temporada de incendios forestales. Como en años anteriores, numerosos casos de fauna, tanto doméstica como silvestre, requerirán procesos de rehabilitación.

Según datos del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), durante el verano de 2024, la mitad de las especies de fauna silvestre rescatadas en los incendios de Valparaíso fallecieron debido a la gravedad de sus lesiones.

Aunque Chile enfrenta necesidades urgentes en salud, educación y seguridad, no podemos ignorar este grave problema que afecta nuestra biodiversidad.

Es importante recordar que en el país, la enorme mayoría de los incendios son causados por acción humana. Además, la fauna silvestre no solo sufre por los incendios; también enfrenta amenazas como la caza, la sequía, la fragmentación de hábitats, los atropellos vehiculares y los ataques de perros.

Perros al acecho

Respecto a este último punto, por ejemplo, sabemos que una de las principales causas de ingreso de pudúes a centros de rehabilitación, es precisamente el ataque de perros.

En este contexto, los centros de rehabilitación de fauna silvestre desempeñan un papel crucial. Sin embargo, su cobertura en el territorio nacional es desigual. En Chile, existen centros de rehabilitación en solo 12 de las 16 regiones, y en algunas regiones, como la Metropolitana, Biobío y Los Lagos, hay más de un centro.

No obstante, la capacidad de estos centros varía significativamente, ya que no es lo mismo atender a un tiuque herido, que recibir a un puma o un lobo marino.

Algunos centros cuentan con el apoyo de instituciones como universidades, mientras que otros dependen de aportes comunitarios y de recursos proporcionados por el SAG o Sernapesca.

Enfoque coordinado y equitativo

Esta diversidad de recursos y capacidades refleja la necesidad urgente de un enfoque más coordinado y equitativo para garantizar la protección de nuestra fauna silvestre.

Dado esto, es fundamental que se implementen políticas públicas que fortalezcan la infraestructura y los recursos de estos centros. La creación de una red nacional de centros de rehabilitación, con estándares unificados y apoyo gubernamental, podría mejorar significativamente la capacidad de respuesta ante emergencias y la calidad de los cuidados proporcionados a los animales.

La educación y la concienciación también juegan un papel vital en la protección de la fauna silvestre. Es esencial que la población esté informada sobre la importancia de la biodiversidad y las consecuencias de sus acciones en el medio ambiente.

Campañas educativas y programas de sensibilización pueden ayudar a reducir las amenazas que enfrentan los animales silvestres y fomentar una convivencia más armoniosa entre humanos y fauna.

En definitiva, abordar las amenazas que enfrentan los animales silvestres no solo es un deber ético, sino también una acción necesaria para preservar los ecosistemas de los que dependemos.

La rehabilitación de fauna silvestre no debe ser vista como un lujo, sino como una inversión esencial en el futuro de nuestra biodiversidad.