“Humedales y dunas nos protegen de marejadas, pero los intervenimos y hay lugares en que ya no existen”, alerta experto
Marejadas a inicios de 2025 en las costas de Chile. Foto: Agencia UNO.

“Humedales y dunas nos protegen de marejadas, pero los intervenimos y hay lugares en que ya no existen”, alerta experto

Por: María del Mar Parra | 05.01.2025
Mientras intensas marejadas afectan las costas del país, se siguen interviniendo humedales y dunas que sirven como barrera natural contra el fenómeno, y los Planes Reguladores Comunales no mapean el riesgo de inundación por marejada, según alerta el investigador del CIGIDEN, Juan González.

Este inicio de año se vio marcado por intensas marejadas que afectan las costas del centro y norte del país, y que han dejado daños a infraestructura, hogares inundados y al menos dos personas fallecidas.

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El investigador del centro de estudios CIGIDEN y de la Universidad Andrés Bello en Viña del Mar, Juan González, alerta que la intervención del humano ha ido eliminando o deteriorando las barreras naturales que existen contra las marejadas, como son los humedales costeros y los campos dunares.

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“Humedales y dunas nos protegen de las marejadas, pero los hemos intervenido y hay algunos lugares donde ya no existen. Si se contempla por ejemplo la zona de Viña del Mar y Valparaíso, o La Serena, el borde costero ha sido completamente modificado. Tener consideración del paisaje natural es fundamental porque nos ayuda a prevenir los daños por marejadas”, explica.

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Proteger entonces el paisaje natural de cada zona y conocer el rol que cumplen los ecosistemas costeros, es el principal llamado que hace el investigador. Para aquellos lugares ya intervenidos, se han utilizado soluciones como la instalación de enrocados artificiales para disipar el proceso de oleaje.

González comenta que en Japón se utilizan muros sumergidos para reducir la amplitud de onda de las olas. “Se puede diseñar infraestructura costera y soluciones ingenieriles, pero deben ser muy bien estudiadas científicamente porque el ecosistema costero está interconectado y si hacemos algo para proteger una playa, eso puede generar erosión en otro lado”, declara.

Esta planificación se hace urgente considerando que el cambio climático está generando escenarios de clima cada vez más extremo, por lo que las marejadas inusualmente intensas podrían dejar de ser tan inusuales.

Planes reguladores y marejadas

“Un problema que tenemos a escala nacional es que los Planes Reguladores Comunales no tienen bien detallada la amenaza de inundaciones por marejada, y ese vacío genera que se construyan y ocupen zonas de riesgo, ya que no hay un instrumento que indique que esa zona es de riesgo”, alerta González.

También apunta a la falta de ordenamiento territorial de la costa que contemple el ecosistema y las amenazas de forma integrada. Explica por ejemplo que los suelos de playa no son un sustrato adecuado para construir porque es arenoso y genera licuefacción cuando hay mucha agua, pero en Chile mucha infraestructura turística e incluso viviendas están construidas sobre la playa.

Además, señala la construcción de muelles u otra infraestructura costera de gran escala, que muchas veces se hace sin una visión integrada de la costa y termina modificando los sedimentos de las playas aledañas, dejándolas más vulnerables a daños por marejadas.

"Hay una iniciativa muy importante que es la creación de una Ley de Costas, y esto es necesario para ordenar lo que pasa en el borde costero de nuestro país porque allí se viven procesos naturales que no podemos controlar, pero sí podemos manejar los riesgos de sufrir daños, a partir del ordenamiento y de plainficar donde se pueden poner las viviendas y la infraestructura para que no generen daños ni los sufran", concluye González.