Mujer con fibrosis quística exige en tribunales medicamento de $250 millones tras negativa de Fonasa y Minsal
Una mujer ha vivido toda su vida con fibrosis quística, una enfermedad genética que afecta principalmente los pulmones y que, con el tiempo, va deteriorando gravemente la salud.
Según se puede apreciar en el fallo judicial, a sus 31 años, su rutina diaria está marcada por nebulizaciones, sesiones de kinesioterapia y un tratamiento constante con antibióticos.
A pesar de estos esfuerzos, la enfermedad no se detiene y cada día sus pulmones pierden más capacidad para funcionar correctamente.
Recientemente, los médicos le informaron que existe un medicamento llamado TRIKAFTA, que podría mejorar significativamente su calidad de vida.
Este tratamiento ha demostrado ser eficaz para pacientes con su tipo de mutación genética, logrando frenar el deterioro pulmonar y reduciendo las hospitalizaciones.
Sin embargo, su alto costo, que alcanza los 250 millones de pesos anuales, lo hace inaccesible para esta mujer.
Ante esta situación, la mujer acudió al Fondo Nacional de Salud (Fonasa) y al Ministerio de Salud (Minsal) para solicitar cobertura para el medicamento.
A pesar de presentar informes médicos que respaldan la necesidad urgente de este tratamiento, ambas instituciones rechazaron su solicitud.
Al verse sin opciones, la mujer decidió recurrir a la justicia para exigir el acceso al medicamento que podría cambiar su vida.
La Corte de Apelaciones de Santiago revisó su caso y decidió declarar admisible el recurso de protección presentado por esta mujer.
Esto significa que tanto FONASA como el MINSAL deberán responder formalmente en un plazo de cinco días, explicando las razones detrás de su negativa para cubrir el medicamento TRIKAFTA.
En su recurso, la mujer argumenta que esta negativa vulnera sus derechos fundamentales, especialmente su derecho a la vida y a la igualdad ante la ley, consagrados en la Constitución.
Además, señala que el medicamento está disponible en el país y ha sido aprobado por organismos de salud internacionales y nacionales, por lo que su acceso no debería depender únicamente de su capacidad económica.