Socavones de Concón ya están casi llenos con arena y roca: Edificios siguen inhabitables
Con toneladas de arena, roca y conglomerado de cantera se están rellenando los enormes socavones provocados durante los inviernos de 2023 y 2024 en las dunas de Concón, dejando al borde del precipicio a varios edificios.
El segundo socavón, ocurrido en septiembre de 2023 está completamente relleno y el primero, que se generó en agosto, está lleno en un 60%. La calle Costa de Montemar, donde se ubican los edificios Kandinsky y Miramar, está en proceso de término de obras, según declaran desde el Ministerio de Obras Públicas.
Esto significa que las empresas a cargo de la reposición de servicios básicos pueden iniciar sus trabajos, los que continuarían durante el 2025 al igual que los trabajos de la Dirección de Obras Hidráulicas para reparar el colector de aguas lluvias definitivo, mientras funciona uno transitorio.
Los edificios afectados por los socavones continúan inhabitables y así lo estarán hasta que continúen las obras y hasta que se logren reponer los servicios básicos en cada sector. Los servicios públicos a cargo de la restauración del lugar no han dado fechas estimadas de la duración de las obras que faltan.
El tránsito en la Av. Borgoño, suspendido desde agosto de 2023, se volvió a restablecer en septiembre de este año, luego de varias obras de contención para asegurar la transitabilidad de la avenida. Esto permitió la reposición de dos líneas de bus que habían suspendido su paso, y que conectan Concón y Viña del Mar.
Polémica por arreglos
Desde la organización Duna Viva, que ha trabajado para proteger las dunas de Concón ante el desarrollo inmobiliario en la zona, interpuso en su momento un recurso de protección para que los arreglos que se hicieran en el lugar pasaran por un estudio de evaluación ambiental.
Esto al considerar que los arreglos se están llevando a cabo a metros del Santuario de la Naturaleza del campo dunar de Concón, pudiendo generar más daños de los que ya ha sufrido el ecosistema a raíz de los socavones.
El recurso fue rechazado por la Corte de Apelaciones, debido a que se trata de trabajos de emergencia y destinados a resguardar a la población ante riesgos de derrumbe.
Dunas fósiles
Las dunas de concón son un tipo de duna especial, que para formarse no recibe arena del viento y de la playa constantemente como la mayoría de las dunas, sino que se trata de un campo dunar milenario, formado por sedimentos del pleitosceno (2 millones de años atrás) y del holoceno (100.000 años atrás).
Por lo mismo, no están asociadas a ninguna playa sino que son dunas colgantes, y se las puede ver suspendidas a varios metros de altura sobre acantilados de roca, lo que las hace -lamentablemente- apetecibles para la industria inmobiliaria por su inmejorable vista al mar desde la altura y sin nada en frente.
Las dunas de Concón, como cualquier otra duna, cumplen importantes funciones dentro del ecosistema costero: ayudan a frenar la erosión de las playas (que en chile están en proceso de degradación), forman una barrera natural contra tsunamis y marejadas (cada vez más frecuentes por el cambio climático) y logran filtrar el agua que llega de los ríos a la costa.
Pero por sus características particulares, también cumplen otras funciones.
Estas dunas “son casi únicas en la costa central y son una rareza en países que no tienen márgenes continentales activos donde se producen terremotos. Son un laboratorio natural y patrimonio de la historia geológica y climática de este territorio, eso nunca ha sido valorado”, explica Carolina Martínez, Investigadora CIGIDEN y directora del Observatorio de la Costa.
Además, por su antigüedad han generado suelo orgánico por lo que son un espacio donde se ha regenerado la vegetación nativa propia del bosque esclerófilo, gravemente amenazado.