"La violencia económica-militar": Nexo entre empresariado y golpes de Estado
Iniciando un primaveral diciembre en Valdivia, investigadores de Brasil, Argentina, Uruguay, Colombia y Chile se reunieron en la Universidad Austral para dar vida al V Encuentro Internacional de la Red de Procesos Represivos, Empresas, Trabajadores/as y Sindicatos en América Latina (RIProR).
Esta vez la convocatoria nos reunió bajo la premisa “La violencia económico-militar en el espacio”, relevando aspectos de nuestra dictaduras que han sido poco estudiandas cuando no acalladas.
En todo nuestro continente el empresariado y otros agentes económicos han sido actores más que influyentes en lo relativo a la articulación del golpes de Estado y el desarrollo político de las dictaduras de seguridad nacional que asestaron fuertes golpes a los movimientos populares y sociales, así como a las militancias de izquierda, mediante una represión descarnada que implica miles de personas desaparecidas, ejecutadas, torturadas y víctimas de violaciones a los derechos humanos en diverso ámbito y dimensión.
La violencia económico-militar ha tenido, en los últimos años, algo de visibilización, particularmente en Brasil y Argentina. Casos como el de Volkswagen y Ford han develado este elemento de manera palmaria, aunque ni de lejos son excepcionales. En Brasil la condena a la automotriz europea generó un castigo que impuso la financiación de investigaciones sobre el rol del empresariado en la dictadura brasileña y, desde ese momento, las miradas se posicionan en todos nuestros países.
Entonces cabe preguntarse desde Chile ¿qué rol le cabe a los agentes económicos en las prácticas represivas durante nuestra última dictadura?
La respuesta es compleja, pero sentencias en casos como el de Laja-San Rosendo pueden dar pistas, también la de pesquera Arauco, y así muchas otras que aun permanecen sin mayor reflexión. Todo ello es perentorio para entender el fuste de nuestra dictadura, su proyecto tanto ideológico como político-económico. Todo esto fue visto en el encuentro; también otras formas de la violencia económico-militar, por ejemplo, el desplazamiento forzado de población o la apropiación de bienes públicos, entre múltiples temas de interés.
Cabe destacar que durante el evento, y en consonancia con las ponencias desarrolladas, se presentó una exposición que repasó esta vinculación entre empresariado, agentes económicos y procesos represivos en nuestro continente.
El trabajo artístico curatorial fue realizado por los artistas Federico Geller, Guadalupe Marín y Carlos Salamanca, quienes tomaron las investigaciones de diversos equipos y de distintos países para graficar las formas en que el espacio es violentado por las decisiones que las dictaduras tomaron e implementaron.
Este encuentro tuvo por objetivo y motivación relevar el rol de las y los trabajadores de Latinoamérica y su insoslayable lucha por un mundo más justo, y es por ello que incluimos una visita a dos sitios de memoria de la región de Los Ríos: la ex cárcel de Isla Teja, acompañados por la Agrupación de ex Presos Políticos y Familiares de Valdivia y al Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume, espacio que cumple 20 años de incesante actividad por la reivindicación de los derechos humanos y donde presentamos el libro “Desplazamiento forzado. La emergencia del despojo territorial de la clase trabajadora en el sur de Chile durante la dictadura civil-militar-empresarial 1973-1990”, trabajo financiado por un proyecto Fondecyt, bajo mi dirección.
Ambas visitas refuerzan el rol de los investigadores por acompañar los procesos de lucha por la memoria para la construcción de sociedades más justas y realmente democráticas.