Deberán rediseñar embalse de US$ 158 millones en Petorca por no calcular la falta de agua para llenarlo
Subestimar la profundidad de la mega sequía que ha atravesado el centro del país en los últimos años tiene en aprietos la construcción de un embalse de US$ 158 millones en Petorca, donde las obras a medio hacer están suspendidas y el proyecto deberá rediseñarse.
Esto porque en los estudios de base para idear el proyecto se consideró mucha más agua de la que existe realmente en el territorio y de la que se proyecta a futuro a raíz del cambio climático, que trae para el centro de Chile menos lluvias y una profundización de la sequía.
Según los estudios de base para la licitación original, que fue adjudicada en 2018, se solicitaba que la empresa concesionaria ofreciera una seguridad de riego de al menos 85% para 2859 hectáreas de la comuna.
La empresa pidió revisar estos estudios hidrológicos en 2021, y realizó un estudio propio entregado en 2024 donde calculó que las hectáreas a regar con seguridad serían 1280 para una proyección optimista del cambio climático y la sequía, de 830 para una proyección pesimista.
A raíz de esta situación, el Ministerio de Obras Públicas decidió suspender temporalmente la realización de las obras y los plazos a los que estaba obligada la empresa según el contrato, hasta que se hagan nuevos estudios de ingeniería y ambientales, y así poder definir las obras que se ejecutarán y los nuevos plazos.
Sequía en Petorca
El objetivo del embalse Las Palmas es permitir el riego para agricultores en la zona media y baja de la cuenca del río Petorca, que se ha convertido en un emblema de la mega sequía porque en las zonas bajas, el lecho del río está seco.
Durante las lluvias de invierno ocurridas en 2024, que hasta ahora se analizan como un paréntesis en la mega sequía, volvió a correr agua por el río Petorca emocionando a vecinas y vecinos de la zona que se habían acostumbrado a ver el lecho seco.
Un estudio de Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2) determinó que mitad de la falta de agua en la cuenca del río Petorca se puede explicar por la sequía desencadenada por el cambio climático.
Pero la otra mitad de la escasez hídrica se explica por el uso intensivo de agua, por ejemplo, para plantaciones agrícolas de palto; un cultivo que consume mucha agua y que creció exponencialmente en la zona. También por la falta de fiscalización ante el robo de agua que ocurre en la comuna.
A pesar de que la cuenca se declaró agotada en 1997, recién en 2008 se comenzó a controlar el uso de agua en ella. En 2014 se limitó la extracción de agua y en 2018 se declaro área de prohibición para la entrega de derechos de agua. Entre 2008 y 2018 se recibieron 241 denuncias formales por uso ilegal de aguas.