“Es gravísimo": Politóloga y gestiones de Orsini en medio de causa por violación contra Valdivia
En marzo del año pasado, se destapó un “telefonazo” de la diputada Maite Orsini (FA), a una generala de Carabineros por un control de identidad a Jorge Valdivia, su pareja de entonces y con quien varias fuentes insisten, seguiría manteniendo una relación sentimental en momentos en que el exfutbolista se encuentra con arresto domiciliario nocturno tras dos denuncias de violación.
Justamente en este contexto es que, a comienzos de la semana en curso el periodista Sergio Jara reveló en el matinal de CHV, que la parlamentaria se había contactado con una de las denunciantes del grave delito que mantiene formalizado al exseleccionado nacional.
En medio de los cuestionamientos que recibió la diputada oficialista, esta publicó un registro audiovisual en su cuenta de Instagram, donde detalla las circunstancias en que se produjo esta interacción, asegurando que su motivación fue ponerse “a disposición” de ella.
Considerando esta situación, consultamos a Rocío Zepeda, cientista política, magíster en Seguridad y Defensa, doctora en Ciencias Políticas y docente de la Escuela de gobierno y administración pública de la Universidad Mayor, quien nos comenta su visión al respecto.
Tomando en cuenta el cargo público que tiene Orsini y si, en función de este antecedente, corresponde que ella se involucre en acciones como, por ejemplo, haber llamado una generala Carabineros para abordar una situación protagonizada por su pololo el año pasado, y que ahora esté contactando a una denunciante de violación de quien es o fue expareja, para la experta no hay lugar a dudas.
“No puede haber interferencia entre poderes”
“Evidentemente, no corresponde bajo ninguna circunstancia, ni que haya contactado a alguien perteneciente a las Fuerzas de Orden y Seguridad, ni que tampoco trate de ponerse en contacto con quien en este caso es la (presunta) víctima en este momento, en esta situación”, recalca.
Siguiendo con su análisis Zepeda detalla que “no corresponde, menos aún dado que ella es una diputada de la República, acá no puede haber interferencia entre poderes, lo que ya está realizando es una interferencia entre poderes y eso ya es grave”.
“Ella no puede usar sus influencias para tratar de conocer información ni para influir en fallos judiciales, ni para influir en ningún otro tipo de decisión que no depende directamente de su pega como parlamentaria, está pésimo”, agrega.
Atendiendo a que Orsini se justificó a través de su cuenta de Instagram, donde entre otras declaraciones aseguró que con este contacto con una de las denunciantes de violación de Valdivia, buscó ponerse a disposición de ella, considerando además que ella está vinculada afectivamente con el formalizado, Zepeda dice que esta actitud, “no se entiende, es el gran problema, que esto no se entiende”.
“Ella no tiene por qué ponerse en contacto con la víctima, acá hay un proceso legal que está siguiendo su curso y, por lo tanto, ella tiene que dejar que siga su curso. Ella no puede intervenir en esto para ponerse a disposición, ¿de qué?, ¿de qué se va a poner a disposición ella?, ¿de pruebas? Siendo que lo defendió, es rarísimo”, complementa.
“A todos nos sonó a excusa...”
“Yo creo que eso” que ella dijo, asegura Zepeda, “a todos nos sonó un poquito a excusas, pero es muy extraño, muy extraño. No se explica, ella no debería interferir, más aún considerando que es una diputada de la República de Chile”.
Consultada además por su despliegue en torno a causas feministas, siendo abogada y parte del oficialismo detrás de un gobierno como el de Gabriel Boric, que justamente se asume como feminista, y respecto de cuánto le suman a este los hechos que ha protagonizado movilizada por su vínculo con Valdivia, la respuesta de la politóloga es lapidaria.
“Nada, efectiva y evidentemente, lo que hacen es restarle al gobierno, o sea acá hay una crítica fuerte que hacer, efectivamente las políticas feministas de este gobierno están perdiendo un poco los límites, y más que las políticas, las posturas feministas de este gobierno, están perdiendo un poco los límites, entre lo que es feminismo y lo que no, en el fondo”, recalca.
Y esto, complementa, “no sólo afecta a este gobierno que dice ser feminista, sino que afecta a todas las feministas que abogamos por una causa que es justa, que no tiene que ver con nimiedades, estamos hablando de algo mucho más grande, por lo tanto, acá hay una afectación directa al gobierno, al movimiento feminista en sí, y yo lo encuentro, personalmente, gravísimo”.
Cuando la requerimos respecto de si su partido, el Frente Amplio (FA), conglomerado al que también pertenece el Presidente Boric, debiera tomar alguna decisión respecto a ella, comunicar alguna una postura sobre los hechos que ha protagonizado, suspender su militancia o llamarla a terreno, Zepeda comenta que “estas ya son más decisiones de partidos, no sé si llegará hasta ese punto”.
Eso sí, matiza, sí cree que lo que “pueden hacer”, es “llamarle la atención, enviarla a un comité de ética, pero ella podrá esgrimir las razones que ella considere necesarias, justas o claras en ese momento, puede defenderse”.
“Hace rato está cometiendo errores no menores”
“Yo creo que ella hace rato está cometiendo errores políticos que no son menores, y creo que, en base a eso, es que se le debiera, quizás parar la situación, o ponerle algún límite, no sé si suspender su militancia, pero… acá tiene que ver con los mismos asesores, o sea se supone que ella está asesorada por su gente que no sé por qué no le dice ‘amiga, por ahí no es’, eso también es muy extraño”, agrega la politóloga.
Por último, Zepeda es clara en asegurar que, “por lo menos el discurso oficial del gobierno, no se condice con el discurso de Maite Orsini ...creo que tampoco ellos pueden hacer una separación, decir ‘ella no nos representa’”.
Pero, comenta, siente que en la interna de la administración Boric “deberían poner la responsabilidad donde corresponde, o sea, son sus dichos, es su responsabilidad, nosotros como gobierno no estamos de acuerdo con la interferencia entre los poderes del Estado, por lo tanto, esta situación no nos parece, pero responde a una conducta personal de la diputada, ese debería ser más o menos el discurso”.
Incluso, recalca, “acá creo que también hay un problema de asesores más o menos grande, y del departamento de comunicaciones en general del gobierno, que es una crítica que se les viene haciendo hace tiempo, más allá de que la ministra (Camila) Vallejo sea una muy buena vocera, acá hay un problema de más macro de comunicaciones”.
Entonces, concluye, “ahí habría que poner el ojo también, y aprender a separar un poquito las cosas, ya que no todo justificable, y ya que el feminismo tampoco da para todo, y no da para apoyar este tipo de actos”.