Marisela Santibáñez: "No basta con ser un gobierno feminista, hay que poner el término donde y como corresponde"
La denuncia que se interpuso contra el Presidente Gabriel Boric dada a conocer el lunes de esta semana puso nuevamente a prueba el “carácter feminista” que el gobierno se autoimpuso al incio de la administración.
Y aunque con el correr de las horas nuevos antecedentes fueron derrumbando la tesis que sostiene la denuncia interpuesta contra el mandatario, la consigna “yo te creo”, que se levantó en las manifestaciones feministas de 2018, resonaron en La Moneda y el oficialismo ante la interpelación de sectores de la derecha, todo esto cuando el caso Monsalve sigue en pleno desarrollo.
Sobre esto reflexiona la diputada Marisela Santibáñez, quien lideró la comisión investigadora creada para indagar respecto a la violación masiva que habría sufrido una mujer por parte de cadetes del club Cobreloa.
En entrevista con El Desconcierto, la diputada asegura que “no bastaba solo con llegar a ser Presidente o tener un gobierno feminista, también hay que poner el término feminista dónde corresponde y cómo corresponde con el peso que se tiene y con la humildad necesaria” y reconoce que “esperaba más” del gobierno respecto al caso Monsalve.
Asimismo, cuestiona el actuar de la diputada Maite Orsini (FA) quien esta semana salió a referirse públicamente al caso por violación que enfrenta a su ex pareja, Jorge Valdivia, a la vez que admitió haber contactado a la denunciante.
“Yo creo que ese tipo de actuar no nos ayuda en nada a seguir avanzando. Nos detiene. Y nos quedamos pegados en una diputada cuando somos, en el oficialismo, más mujeres. Hay que tener consciencia de que esto va mucho más allá de uno mismo, y debo decir que esto me violenta”, dice Santibáñez.
-¿Qué le parece el manejo del gobierno de la denuncia contra el presidente Boric?
Sin duda ha sido un tema errático, no podemos negarlo ni taparlo debajo de la alfombra, porque efectivamente lo comunicacional ha sido lo complicado. En esto de llamarse y autodenominarse como un gobierno feminista hay que no solo parecerlo, sino serlo. En ese sentido, yo tengo una lucha bastante importante con el tema de Cobreloa, donde pensé que íbamos a tener a todos los pañuelos flameando junto a la víctima y lamentablemente no fue así.
-La explicación para transparentar la denuncia fue que es por una estrategia jurídica y no por una estrategia electoral. ¿Para usted es creíble?
Creíble o no creíble no me toca a mí determinarlo, pero creo que estamos hablando precisamente del Presidente Boric. Eso sí, yo separo lo que es el caso Monsalve de lo que es la denuncia que se presentó contra el Presidente Boric, porque hemos tenido antecedentes durante que nos dan un acercamiento a una posible realidad. Pero yo siempre voy a ponerme del lado de la víctima, aquella que se sienta afectada tiene todo el derecho de decirlo, de manifestarlo.
-¿Y esa posición ha variado? Por ejemplo, la diputada Lorena Fríes decía que la frase "yo te creo" no es necesariamente “creer a rajatabla” que todas las mujeres son buenas.
Los eslóganes, cuando se ocupan de manera tardía, no funcionan. Yo te creo de inmediato, si no, no te creo. Ahí, vuelvo a decirlo, el tema comunicacional es un problema. Pero es cierto que siempre estamos expuestos, especialmente los políticos sobre todo.
-¿Se ha transformado el “yo te creo” en una consigna vacía?
En lo absoluto. El tema de las mujeres en Chile ha mejorado y se ha legislado en la materia. Lo que sucede es que la derecha tiende a manosear el tema y a apuntar a quiénes no corresponden. El otro día, por ejemplo, el diùtado Alessandri hablaba de Las Tesis, que ellas deberían ser quienes estén paradas fuera de La Moneda protestando. Y no es así, Las Tesis fueron una lucha general, una voz que se levantó contra el abuso y el acoso. Entonces, si quieren interpelar por el caso Monsalve, bueno, diríjanse a él. ¿Por qué interpelan a las mujeres y no al abusador?
-Da la impresión que por un lado se saca provecho político de estas acusaciones y por otro se hacen defensas corporativas…
Sí, créeme, que en eso te la doy toda, pero es de lado y lado. Lamentablemente creo que hay un tema de empate que a mí no me gusta; solamente en el fútbol se puede dar el empate. Aquí no va, aquí vamos todos por la defensa de las mujeres y de que se radique la violencia de género, pero no sólo cuando afecta al otro sector.
-¿La política está al debe en cómo se enfrentan esos casos?
Absolutamente, y eso pasa por el tema de los protocolos, de cómo nosotros le explicamos a la ciudadanía o la educamos, desde las leyes, por ejemplo, la diferenciación entre el abuso, el acoso y todas estas formas de violencia que no son lo mismo.
-Usted enfrentó la denuncia contra cadetes de Cobreloa liderando la CEI en la cámara, eso habla de cómo los casos de abuso permean a toda la sociedad. ¿Cree que durante los últimos años hemos retrocedido en esta materia?
No. Yo creo que en el tema del feminismo siempre se ha avanzado. O sea, piensa tú que no existían contratos para el fútbol femenino.
-¿Pero en cuanto a lo cultural?
En lo cultural también se empieza a avanzar. Lo que pasa es que pretenden que cada cosa que pase vamos a tener una manifestación y no se trata de eso. Se trata de garantizar nuestros derechos.
-El lunes se desarrolló la segunda sesión de la comisión del caso Monsalve en que la ministra Tohá realizó una autocrítica respecto a cómo se manejó la denuncia contra el ex subsecretario, ¿cómo ve esa situación?
Creo que haber realizado esa autocrítica engrandece la labor de la ministra.
—Y en cuanto a la actuación del gobierno, ¿qué reflexión puede hacer? ¿Esperaba más?
Por supuesto que esperaba más del gobierno, lo digo con toda la responsabilidad y claridad. Y no lo digo para el titular ni mucho menos, pero es lo que exigen este tipo de casos, porque finalmente se instalan las dudas de quien sabía, los detalles, y eso provoca una falta de credibilidad de la ciudadanía brutal, y la verdad es una sola.
-¿Se puede seguir afirmando que este gobierno es feminista?
Yo soy feminista.
-¿Pero el gobierno?
Yo creo que estamos dentro de ciertos cánones, de acuerdos, de ciertos tratados que efectivamente tenemos, pero claramente no son vinculantes. No tienes la obligación de cumplirlo pero ya eres parte. Es un poco lo que pasa en medio ambiente con el tema del tratado de Escazú. Entonces claro, somos feministas, pero hasta qué punto. Y eso tiene que ver también en cómo afrontamos diferentes situaciones. En el caso Monsalve y la denuncia que se conoció dirigida al Presidente estuvieron todos, pero en la violación masiva de cadetes de Cobreloa no hubo mucha cobertura como pasó en el caso de Jorge Valdivia.
En ese sentido, también creo que el trato que se le da al tema del presidente, sin tener el conocimiento real del tema, solamente nos hace, estancarnos porque esta lucha parece que es de acuerdo al color político. Y no debiera ser así, porque la violencia contra la mujer es un problema estructural que nos debería llamar a todos a combatirlo.
-Usted menciona el caso de Jorge Valdivia, ¿qué le parece la actuación de la diputada Maite Orsini? Esta semana publicó un video refiriéndose al hecho más bien centrando el tema en ella misma..
Yo creo que ese tipo de actuar no nos ayuda en nada a seguir avanzando. Nos detiene. Y nos quedamos pegados en una diputada cuando somos, en el oficialismo, más mujeres. Hay que tener consciencia de que esto va mucho más allá de uno mismo, y debo decir que esto me violenta.
—¿Le violenta el actuar de la diputada Orsini?
Me violenta saber que, si uno tiene un permiso por salud mental, se haga esto. Está bien, se puede estar en la calle, hacer sus cosas, pero a todos nos pasan situaciones complejas, que nos afectan, y por lo mismo nos cuidamos para no dar ningún paso en falso porque hay bastante gente detrás de uno. Y ante eso, pienso ¿cuando te pones en la fila? A veces hay que estar atrás.
-¿Cree que sus declaraciones afectan el movimiento feminista?
El movimiento es mucho más amplio de lo que la gente cree. No es dos grupos de personas, es mucho más que eso.
-Pero hay figuras más conocidas que otras…
Sin duda que sí. Y en eso reitero que uno no debe ser, parecer. Porque una cosa es reconocerse en cierto colectivo y otra es enfrentar al poderoso. Por ejemplo, en el tema de la violación masiva, ¿Por qué nunca habló ella cuando estábamos en ese tema? Nunca se refirió. Pero cuando te pasa y eres una autoridad y quieres hablar, tienes que co nsultarlo con tu equipo. Tienes una Cámara de Diputados con muchos colegas que también te pueden dar un consejo. Lamentablemente por ahí pasan por encima los egos y quizá mil cosas más. Pero también ahí es cuando te echas al bolsillo un movimiento.
-¿Qué lección cree que puede sacar en limpio el oficialismo de aquí al futuro?
Hay que tener muy claro el fin, a dónde vamos, en qué políticas públicas queremos avanzar respecto a la erradicación de la violencia de género, además de educar a la ciudadanía. Hablo sobre todo de niños, niñas y adolescentes, que puedan distinguir entre todas esas formas y expresiones de violencia. No bastaba solo con llegar a ser Presidente o tener un gobierno feminista, también hay que poner el término feminista donde corresponde y como corresponde con el peso que se tiene y con la humildad necesaria.