Un apoderado de Antofagasta fue sancionado por un colegio privado tras un enfrentamiento con una profesora de su hija, estudiante de cuarto básico.

Según se puede apreciar en el fallo judicial, todo comenzó cuando la alumna recibió una calificación de 0 puntos en un trabajo de tecnología.

Molesto por la nota, el apoderado acudió al establecimiento junto a su esposa para preguntar directamente a la docente los motivos de la evaluación, ya que, según él, no se habían cumplido las reglas de la pauta.

Según su relato, la profesora se mostró nerviosa y no supo explicar las razones de la nota, terminando la conversación de forma abrupta.

Poco después, el apoderado fue informado de que se iniciaría un proceso disciplinario en su contra, lo que terminó con la prohibición de su ingreso al colegio.

Por otro lado, el colegio dio otra versión de los hechos. Según el establecimiento, el apoderado cuestionó a la profesora de manera agresiva, levantándole la voz y acercándose demasiado, lo que la hizo sentirse intimidada y llorar.

Este incidente llevó al colegio a activar un protocolo contra la violencia en la comunidad escolar y a tomar medidas para proteger a la docente, quien además se acogió a la Ley Karin, que permite a trabajadores solicitar resguardo ante situaciones de acoso.

El apoderado decidió llevar el caso a la Corte de Apelaciones de Antofagasta, argumentando que no tuvo la posibilidad de defenderse adecuadamente, ya que, según él, no pudo presentar pruebas ni acceder a la investigación realizada por el colegio.

Sin embargo, la Corte rechazó su recurso. En el fallo, se señaló que el colegio actuó dentro de sus derechos y respetó su propio reglamento interno.

También se determinó que el apoderado tuvo oportunidad de entregar su versión de los hechos y de pedir reconsideración de la medida.

Aunque mantuvo la sanción, la Corte permitió que el apoderado pueda asistir a las ceremonias de fin de año, destacando la importancia de no perjudicar el vínculo entre el padre y su hija.