Ministro Muñoz releva plan fiscalización vial y alerta sobre la gravedad de la “velocidad temeraria”
Considerando que se están cumpliendo dos años de la implementación del Plan calles protegidas, del Ministerio de Transportes, conversamos con el titular de esta cartera, Juan Carlos Muñoz, quien nos compartió algunas cifras relevantes de este, además de ilustrarnos respecto del esfuerzo que se está haciendo desde el Ejecutivo para que el tránsito por las vías de nuestro país, sea lo más seguro posible.
“Hace dos años nos vimos en la necesidad de poder intervenir nuestro sistema de transportes para que hubiera mayores garantías, para que todas las personas y vehículos circularan dando tranquilidad de que la documentación es adecuada, la preparación es adecuada, los vehículos están adecuados para una circulación segura”, comenta.
Paralelamente, el secretario de Estado recalca que en la cartera que tiene bajo su responsabilidad, se ha estado “trabajando en una fiscalización permanente de los distintos modos de transporte a lo largo de todo el país durante estos dos años”.
“Hemos estado no sólo con el apoyo de Carabineros, con el apoyo de los inspectores municipales, sino también muchas veces junto a la prensa, que ha entendido su rol también en poder difundir nuestro esfuerzo”, recalca Muñoz.
Operativos conjuntos
“Además, hemos tenido una serie de operativos conjuntos que nos han permitido multiplicar” esta trabajo, dice, lo que se ha traducido en un mayor alcance de estos, “llegando a ámbitos que no son necesariamente de competencia del Ministerio de Transportes, hemos ido con Senda, por ejemplo, o con Sernac, hemos estado con miembros del O.S.7 en búsqueda de drogas”.
Según nos comenta Muñoz, se ha llegado a “distintos ámbitos”, incluso “con la Subsecretaría de Prevención del Delito, de esa forma nuestro plan ha tenido un impacto aún mayor que los que son del ámbito específico de la movilidad”.
Con Prevención del Delito, dice, “una de las cosas que nos permite nuestra fiscalización es, por ejemplo, detener a una persona que tenga orden de arraigo” o proceder en el contexto de “un vehículo que tenga orden de encargo y eso, por supuesto que hace que nuestra fiscalización tenga un valor mucho mayor porque nos permite detectar otro tipo de anomalías o de delitos, nuestro afán último es por supuesto que las vías sean espacios lo más seguros posible, eso muchas veces trasciende a sanciones asociadas a la Ley del Tránsito, y muchas veces toca otros elementos como poder detectar vehículos, o personas que tienen orden de arresto”.
“En estos dos años, hemos podido concretar resultados que a mi modo de ver son interesantes, hemos hecho más de 824 mil controles que nos han permitido cursar 208 mil citaciones, es decir un poquito más de un cuarto de choferes termina con algún grado de citación”, destaca.
Y por otro lado, releva, “hemos tenido que retirar 22 mil vehículos motorizados, algunos de ellos motocicletas, otras veces vehículos particulares o taxis, este es un trabajo conjunto que hemos liderado como ministerio, pero nos hemos coordinado con una serie de otros organismos”.
“Importante también es que observamos que las fiscalizaciones han ido teniendo un efecto, si al principio del año 2022, aproximadamente 34% de las motos que controlábamos generaba alguna anomalía que ameritaba una citación, hoy ese número ha bajado a 21%, ese es un buen resultado, porque nos habla de que ahora tenemos un montón de motocicletas que están circulando con su documentación al día. Y en los vehículos particulares, (esto) ha sido aún mayor, partimos con un 47% que incumplía alguna norma, y hoy eso ha bajado a 27%, es decir, de cada cinco que estaban incumpliendo, ahora dos de ellos han empezado a cumplir”, destaca.
Si fiscalización baja, incumplimiento se incrementa
Consultado respecto del patrón de conducta tanto de chilenos como de la población migrante, el secretario de Estado asegura no tener mayores antecedentes para establecer una comparación.
“Sí puedo decir es que, a la luz de los antecedentes, el chileno, el extranjero que circula por nuestras vías, es sensible a la fiscalización que hagamos, si nosotros bajamos la fiscalización, aparentemente hay un montón de personas que empiezan a postergar su licencia de conducir, postergar su permiso de circulación, postergar su revisión técnica”.
Y, en cambio, recalca, “si nosotros estamos permanentemente en las vías fiscalizando y transmitiendo la necesidad y relevancia de estar con toda la documentación adecuada y con vehículos en regla, son más los automovilistas o los conductores de motocicletas que lo van a hacer”.
“No hacemos ninguna distinción respecto de la nacionalidad de las personas que fiscalizamos, fiscalizamos los vehículos que van llegando, sí se observa dentro de las personas que circulan en motocicleta, un porcentaje alto de conductores que son efectivamente migrantes, y en la motocicleta hemos detectado al principio, una anomalía que era menor a la de los automóviles, pero hemos estado trabajando con la fiscalización constante y eso nos ha permitido generar que un porcentaje cada vez más alto de los conductores logra pasar nuestra fiscalización sin ningún tipo de problemas”, agrega.
Por supuesto, sostiene, “seguimos viendo situaciones complicadas, situaciones que nos preocupan, vemos, de vez en cuando”, que tenemos que “detener a una persona que no tiene ningún tipo de documentación, así como también nos toca detener vehículos que tienen la placa patente oculta, esos ya son delitos de marca mayor y, por lo tanto, tenemos que detener a la persona”.
Figura de la “velocidad temeraria”
Consultado sobre cómo puede contribuir la legislación en esta compleja tarea, Muñoz entrega algunos antecedentes del trabajo ya efectuado en este ámbito.
“Respecto de la legislación, hemos ido fortaleciendo una serie de sanciones asociadas a personas que incumplen las normas del tránsito, hoy, por ejemplo, está todo el tema asociado a las carreras clandestinas, en que se sanciona y se declara como delito no sólo correr una carrera clandestina, sino también organizarla o disponer de los automóviles, todas esas personas están incurriendo en un delito”, detalla.
También, complementa, “hemos generado una nueva figura, que es la de velocidad temeraria, de esa persona que excede el máximo permitido por 60 kilómetros por hora o más, es decir si el límite es 120, una persona que circula a 180, ya no está en exceso de velocidad, está en lo que hemos denominado velocidad temeraria, eso se considera un delito y tiene pena de cárcel”.
“Es importante transmitir a las personas que se ponen tras un volante, lo cuidadosos que tienen que ser para dar garantías de seguridad a todas las personas”, dice.
Adicionalmente, sostiene, “hemos ido avanzando también en una serie de mediadas asociadas a ser más efectivos en la fiscalización, por ejemplo, la Ley Cati, que lo que busca es, por medio de un sistema automatizado, como fotorradares, identificar a una persona y a través de un sistema automatizado, poder ejecutar la sanción, eso también es una ley que va a ser muy importante para el país en materia de seguridad, esperamos verla funcionado antes de que termine el gobierno”.