La pregunta que ha sido olvidada: ¿Hay pueblo en el barrio?
En los últimos días la histórica casa editorial, Ediciones Escaparate, dio a conocer su ultima novedad en materia de publicaciones, un trabajo que pretende hacerse cargo de aquella interrogante olvidada en el Chile actual, esta se denomina: ¿Hay pueblo en el barrio?
La obra en cuestión intenta plasmar los imaginarios, aciertos y desaciertos que el sector popular de nuestro país ha experimentado en ese transitar de lo vulnerable a lo ilustrado, hipótesis que conlleva obligatoriamente la exploración de vivencias y desarraigos de algunas subjetividades que se inscriben en el denominado “pueblo”.
Dicho de otra manera, esta publicación pretende interpelar elegantemente al actual sistema social chileno bajo la lupa de las ciencias sociales y narrativas que, entre paréntesis, son el “cociente” de la memoria vulnerable, trabajadora, pero que se hospeda en un Chile moderno, digital y en expansión, donde el barrio es testigo ocular del desplazamiento de esos que vivían en el pueblo y ahora residen en un lugar de acceso, consumo y cultura, el “anhelado” barrio.
Ediciones Escaparate es una editorial fuertemente alojada en el trabajo de memoria, ciencias sociales, política y sociedad, donde su trayectoria abarca más de 20 años de existencia, con un catálogo de más 300 libros y con respetados e ilustres Comité Editoriales adyacentes a cada colección albergada.
Sus libros contribuyen al análisis de los procesos sociales, históricos, políticos, económicos y culturales de Chile y América Latina, a partir de teorías, metodologías y disciplinas diversas, que buscan reflexionar sobre el pasado, entender el presente e imaginar el futuro.
El actual libro promete izar la bandera del diálogo social, de la libertad de pensamiento y de esa crítica política, tan necesaria, donde sus voces construyen múltiples tensores que versan sobre la base del ascenso, progreso y educación que aquellas subjetividades populares mantienen con el fin último de aportar, robustecer, peregrinar y desarrollar a través del trabajo público en la sociedad.
Cabe señalar que muchas de estas “voces” ocupan espacios de transformación, legado y emancipación in situ, dicho de otra manera, los actores que escriben la obra esbozada son un fiel reflejo de que Chile necesita una educación de calidad y una ausencia de discriminación. Para, de esa forma, construir un país más igualitario independientemente de la procedencia geográfica de alguien, entonces, los grandes discursos de heterogeneidad y convivencia social enarbolados en Chile resultarán una veracidad implacable, por ahora, solo vemos espasmos de esta interrogante, ¿Hay pueblo en el barrio?
Al recorrer las páginas del libro me propuse dialogar con su Editor General, el Dr. Freddy Urbano; sociólogo, académico y escritor que configuró las bases de la obra acuñada, así surgieron las siguientes preguntas:
¿Cómo se posiciona el libro frente a esa comunidad que a momentos parece desentenderse de aquellos que han ascendido del pueblo al barrio?
¿Es posible reconocer y validar en el espacio público chileno a una cierta generación profesional independiente de su lugar de origen?
¿Realmente existe pueblo en el barrio, o bien, es solo un guiño político a esa clase obrera que desea mejorar sus condiciones de vida?
Urbano señala brevemente, aunque con profundidad y elegancia, las siguiente reflexiones:
“Este libro nace de una invitación a talleres de memorias populares que se realizan en distintas partes del Gran Santiago, donde, a mi parecer, nacen los valores de este libro, esos de dar visibilidad a los actores sociales que prolongan una memoria de compromiso social y que, han resistido y persistido a los estereotipos negativos que se han configurado sobre la vida popular en las últimas dos décadas.
A pesar de la indiferencia del mundo de la política partidaria y de los estereotipos negativos que se configuran en torno a la vida popular, hay grupos de jóvenes profesionales que siguen persistiendo en su compromiso social y político para promover acciones expansivas y solidarias entre sus habitantes. El Libro es eso… poner en visibilidad otras actividades de sus pobladores más allá de la pérfida aureola delictiva que difunden e informan las agencias de noticias.
Por último, la noción de 'pueblo' es frecuentemente jibarizada ante un escenario -de las últimas tres décadas- adverso y desfavorable para pensarla. Pienso, que en este texto, hay algunos relatos de esos actores/profesionales que en esta última década han contribuido significativamente en la tarea de organizar a sus comunidades para contrarrestar los entornos sociales de desafección en los vecindarios que promueve la idea de inseguridad pública de la ciudadanía, sin embargo, en ese ambiente hostil y complejo, muchos de sus habitantes ingresaron a la educación superior abriendo paso a la apertura del mundo popular a la formación universitaria y la construcción de un mejor Chile, ese que transita del pueblo al barrio”.
Las palabras del Dr. Freddy Urbano instalan una retórica elegante, una que habita bajo la idea de izar constantemente la bandera de aquellos actores populares que aportan al espacio público chileno, más aún, colocar de manifiesto el aporte superlativo que aquellas subjetividades del bajo pueblo realizan a nuestro país, ya sea desde las artes, humanidades, ciencias sociales, pedagogías, literatura u otras vertientes inscritas.
En síntesis, la pregunta ¿hay pueblo en el barrio? tensiona una verdad que hemos dejado de pensar en Chile, ya que todo lo ilustrado parece venir desde la élite nacional, no obstante, la obra esbozada plantea como ciertos actores sociales han penetrado la esfera pública llegando a realizar, incluso, aportes que nadie imaginaría al país. Estos sueñan, trabajan y se educan para construir constantemente una sociedad más equilibrada donde el llamado pueblo tenga cabida en el barrio.