Las horas más oscuras de Tohá en La Moneda: Cómo la crisis Monsalve ha hecho tambalear a la mujer fuerte del gobierno
Para Carolina Tohá convertirse en ministra del Interior fue una especie de reinvención total en la política.
Tras dejar la alcaldía de Santiago en 2016, se alejó (y mucho) de la arena política. Habían transcurrido más de 30 años desde su prematura irrupción en la contingencia nacional, cuando en 1986 participó en la fundación del Partido por la Democracia (PPD) junto a Ricardo Lagos y Jorge Schaulsohn.
Desde ahí, su carrera fue meteórica y sin freno: secretaria ejecutiva del Comité de Ministros de Eduardo Frei; vicepresidenta y presidenta del PPD; diputada en dos periodos por Santiago, la primera mujer en la historia en ocupar el cargo de ministra en la Secretaría general de Gobierno; y finalmente alcaldesa de Santiago.
Todo eso hasta la dura derrota que sufrió a manos de Felipe Alessandri (UDI) en la elección municipal de 2016. Ahí decidió darse un respiro; estudió, fue analista política, columnista, fundó su propio Think tank de comunicación estratégica, y estuvo a la espera de regresar ante un inminente cambio del ciclo político. Y así fue.
El 6 de septiembre de 2022 fue elegida por el Presidente Gabriel Boric para suceder a Izkia Siches en el Ministerio del Interior. En ese cargo logró imponer su carisma y carácter, cosechando un perfil de “ministra dura” pero con la capacidad de gestión y lograr acuerdos.
En tiempos de crisis, dicen quiénes la conocen, no improvisa, ni es dubitativa. Por el contrario, actúa con serenidad y decisión, lo que se demostró en episodios en que el gobierno se vio contra las cuerdas; como en los asesinatos de carabineros, la crisis de los indultos e incluso logrando tener buena evaluación ciudadana a pesar de la crisis de seguridad.
Pero tras la denuncia por violación contra Manuel Monsalve, quien fue su mano derecha desde que asumió Interior, Tohá —por primera vez— ha tambaleado.
Los cuestionamientos a su gestión de la crisis han sido diversos: que no informó al resto del gabinete, que no tomó las medidas suficientes para impedir que la crisis escalara pidiendo la renuncia de inmediato al subsecretario, que no ha transparentado de forma correcta la información que tenía, e incluso, que “no cuidó” al Presidente. Y para peor, esos cuestionamientos no han llegado sólo desde la oposición, sino que también en la interna del oficialismo.
Lo que está en juego
En las filas de la alianza oficialista el diagnóstico es claro: esta es la peor crisis en lo que va de gobierno, y sus consecuencias están lejos de aún poder ser medidas.
Con la elección municipal y regional a la vuelta de la esquina y un inminente cambio de gabinete en noviembre, el caso Monsalve podría repercutir aún más y dejar en una posición mucho más frágil a La Moneda, considerando también los nuevos antecedentes que van surgiendo día a día.
Por lo mismo, la posición de Tohá es más delicada que nunca lo que también complica en general al Ejecutivo: su figura es clave en la estabilidad del gobierno, dicen voces de La Moneda, sobre todo considerando que Monsalve era una pieza clave en el gabinete y en la agenda pro seguridad.
Además, según cómo se resuelva la crisis, Tohá se estaría jugando no sólo su continuidad en el gobierno, sino que también su proyección política como posible carta del oficialismo a la presidencial de 2025.
Por estos días la oposición ya se articula para emprender una nueva arremetida contra la ministra del Interior, la que podría incluir una nueva acusación constitucional en su contra. La diferencia con la que se rechazó hace pocas semanas es que el libelo ahora estaría siendo estudiado por Chile Vamos, según fuentes de este medio, y contaría con el apoyo de Evópoli y Demócratas, fuerzas que en la última votación no apoyaron la AC contra la ministra.
“Los últimos hechos son gravísimos y, por lo tanto, el Presidente debe tomar una decisión. De lo contrario, se expone a que, al entrar a la semana legislativa, la oposición se articule en torno a una segunda acusación constitucional contra la ministra Tohá”, dijo la jefa de bancada de Demócratas, Joanna Pérez.
En caso de que esa idea prospere, el panorama no es favorable para la ministra; con la oposición trabajando en conjunto, podrían tener la mayoría necesaria en ambas cámaras para remover a Tohá lo que la terminaría orillando a que renuncia para evitar la inhabilidad de cinco años que supone la culpabilidad de la acusación constitucional.
Tohá, por el momento, no ha dado signos de agotamiento. De hecho, hoy fue tajante respecto a su estado como ministra: “Yo estoy aquí firmemente a cargo de tareas, comprometida con sacar adelante esas tareas y en el momento que hemos vivido después de lo que ha sucedido con el ex subsecretario, con mayor razón concentrada en sacar adelante esas tareas. Ejerzo mi cargo para cuidar a las personas, no para andar cuidándome yo misma. Esa no es mi labor”, dijo la ministra.