A las 10:00 AM de este lunes la Comisión de Constitución del Senado se dio cita para revisar la última acusación constitucional en curso de las que se presentaron contra ministros de la Corte Suprema. Se trató del segundo libelo acusatorio presentado contra la destituida Ángela Vivanco. 

Ya la semana pasada la Cámara Alta había aprobado la primera AC contra Vivanco, dejándola inhabilitada para ejercer cargos públicos. Esto, ya que no podía ser nuevamente removida puesto que el pleno del máximo tribunal determinó su expulsión por unanimidad. 

Sin embargo, a pesar de que ya no se podía sumar un nuevo “castigo” a Vivanco puesto que ya había sido inhabilitada y removida de su cargo, el Senado tenía la obligación —conforme a lo que mandata la Constitución— de pronunciarse respecto a la acusación.

Esta situación supuso una encrucijada para la comisión encabezada por el senador Alfonso de Urresti (PS), ya que los abogados invitados a la instancia hicieron hincapié en que bajo el derecho constitucional era improcedente “castigar” dos veces a la misma persona por el mismo hecho.

“El Senado no puede pronunciarse sobre una segunda acusación de tal forma de acumular una infracción que ya se ha producido y que se ha materializado en cuanto a la destitución como en la inhabilidad en cinco años”, dijo en la sesión la constitucionalista Marisol Peña.  

Por su parte, el abogado Patricio Zapata, complementó: “Estamos frente a una falta de objeto y de fin evidentes. El senado no puede ni debe acoger la acusación, ni tampoco rechazarla”.

Así las cosas, la comisión aprobó el informe del secretario de la instancia que recomendó declarar improcedente la admisibilidad del libelo. 

“En el evento de que se presente contra una misma persona una acusación constitucional que ya ha sido resuelta y está produciendo sus efectos y que se funda en una misma causal constitucional y en los mismos hechos, desde el momento en que se acoja la primera, la segunda carece de objeto y sería contrario al derecho público chileno y al derecho internacional volver a sancionarla constitucionalmente, dado que no corresponde castigar dos veces a una misma persona por el mismo ilícito constitucional”, constató en su quinto punto el informe.

El pleno de la Cámara Alta, los senadores determinaron aprobar el informe declarando “no procedente” la acusación y no se votó. 

Negativo balance en el oficialismo

Más allá de los tecnicismo y las razones detrás del fracaso de la segunda AC contra Vivanco, el rechazo a votar el libelo significó —en concreto— el segundo fracaso consecutivo del oficialismo en cuanto a los libelos presentados contra ministros de la Corte Suprema. 

La otra acusación, que correspondía a la presentada contra el ministro Jean Pierre Matus, ingresada en razón de los chats que tenía con Luis Hermosilla, fracasó estrepitosamente la semana pasada en la Cámara, incluso con descuelgues de la propia alianza de Gobierno. 

Dicho libelo había sido impulsado por el vicepresidente de la Cámara, Eic Aedo, y apoyado por la bancada del Partido Socialista.

No obstante, parte de la bancada del PPD, y los diputados Gonzalo Winter (FA) y Raúl Leiva (PS); junto a los diputados liberales, se abstuvieron dando mayoría a la oposición que optó por descolgarse del libelo, pese a que en un primer momento comprometieron su apoyo. 

Ahora, con el fracaso de la segunda acusación contra Vivanco, que había sido presentada por diputados de la alianza de gobierno, el balance es negativo para el sector: las dos acusaciones presentadas contra supremos terminaron archivadas.

Más aún, considerando que la jugada de la derecha, de incluir a dos ministros de la Corte Suprema —la misma Vivanco y el juez Sergio Muñoz— terminó en un rotundo éxito; ambas fueron aprobadas. 

La situación terminó, de hecho, en recriminaciones internas en el sector. Esto debido a que varios diputados del oficialismo votaron a favor de la votación en conjunto ante el posible “flanco comunicacional” que podía significar que las bancadas rechazaran la primera AC contra Vivanco. 

Esto terminó siendo contraproducente para la posición mayoritaria del sector que estaba en contra de la destitución de Muñoz que no fue problema para la oposición que ostenta mayoría en el Senado. 

Incluso, la destitución de Muñoz tuvo como respuesta un reproche por parte del Presidente Gabriel Boric, al Congreso, a pesar de que, por ejemplo, la presidenta de la Cámara, Karol Cariola (PC) votó a favor de la admisibilidad de la destitución de Muñoz contrariando a su bancada. 

“Resulta insólito, y a mi juicio, inexplicable que la Cámara de Diputados haya decidido dar curso a una acusación constitucional a dos jueces de la Corte Suprema por hechos totalmente distintos en una sola votación”, dijo el mandatario en su momento. 

“Lo que pasó con las acusaciones da muestra de una total descordinación entre nuestras bancadas. Mientras que la oposición actuó en total coordinación, nosotros votamos según lo que cada uno creía correcto en su momento”, dice un diputado del Socialismo Democrático a este medio.