Sergio Muñoz, el juez que acorraló a Pinochet, investigó el caso Spiniak y falló contra las isapres
Este miércoles 16 de octubre, y a través de una acusación constitucional presentada hace tres semanas por Chile Vamos, se zanjó la salida de la Corte Suprema de Sergio Muñoz, un emblemático juez que perteneció a esta instancia que incluso llegó a presidir, por casi dos décadas.
Específicamente, su salida se generó en el contexto de un libelo basado en la acusación que se le hizo de filtrar a su hija, la jueza titular del 12° Juzgado de Garantía de Santiago, Graciel Muñoz Tapia, información relevante para una adquisición inmobiliaria.
“Incurrió en la causal de notable abandono de sus deberes al anticipar un fallo que produciría efectos patrimoniales importantes respecto de su hija y no manifestar la inhabilidad en una causa con interés patrimonial”, detalla el primer capítulo de la acusación constitucional que selló la salida de la Suprema de un magistrado que Ricardo Lagos consolidó como tal.
De hecho, fue en septiembre del 2005 que el entonces Presidente propuso al Senado su nombre para llevarlo a esta instancia en la que ascendió hasta presidirla.
Su ascendente carrera
Oriundo de Villa Alegre (Región del Maule), Muñoz creció en San Javier, está casado con Elcira Tapia y tiene tres hijos.
Tras estudiar derecho en la Universidad Católica de Valparaíso, dio inicio a su carrera judicial en enero del 1982, como oficial segundo del Tercer Juzgado del Crimen de Valparaíso.
Se desempeñó como juez suplente del Segundo Juzgado de Letras de Los Andes, relator interino de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, secretario titular del Segundo Juzgado de Letras de Los Andes, relator en la Corte de Apelaciones de San Miguel y luego fue designado juez titular del 12° Juzgado del Crimen de Santiago.
A los 41 años, en 1998, fue nombrado ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago y posteriormente, el 2005, se consolida como integrante del máximo tribunal, lo que se zanjó primera semana de octubre de ese año, cuando 36 votos a favor y ocho en contra del Senado, ratificaron la decisión de Ricardo Lagos de llevarlo a la Suprema.
Lideró emblemáticos casos de DD.HH.
Durante su dilatada carrera, detalla La Tercera, quien fuera ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, tramitó emblemáticos casos de derechos humanos, como el derivado del crimen del referente del sindicalismo nacional,Tucapel Jiménez, además de indagar las cuentas secretas de Augusto Pinochet en el extranjero.
Todo esto, en un contexto en que incluso procesó a Fernando Torres Silva, quien tiempo atrás, en plena dictadura, desplegaba su poder como fiscal militar en momentos en que se le consideraba el brazo den Pinochet en el ámbito legal.
De hecho, a cargo de la investigación del homicidio de Jiménez, asesinado en 1982 por la policía secreta de Pinochet, a su fiscal lo procesó como encubridor.
Incluso en los años 90, cuando el poder militar estaba alojado en la Corte Suprema, detalla El País, Muñoz, tuvo un roce con Torres Silva, quien fungía como auditor general del Ejército e integraba el máximo tribunal, desde donde con su voto, impedía que avanzaran las causas de violaciones a los derechos humanos. Y fue justamente por uno de esos casos que el ahora destituido magistrado, y quien en esa época un joven relator, lo increpó.
Adicionalmente, su intervención resultó fundamental para aclarar la participación de políticos en el caso de explotación sexual infantil que estalló el 2003 y que protagonizó el empresario Claudio Spiniak, lo que lo llevó a procesar por falso testimonio a Gemita Bueno y al entonces sacerdote José Luis Artiagoitía.
Cuando se elevó su postulación al Senado para que integrara el máximo tribunal, el Colegio de Abogados acogió un recurso de amparo profesional que presentó Luis Hermosilla en su contra. Esto, porque el otrora jurista de la élite actualmente en prisión preventiva por el Caso Audios, defendía a Spiniak.
Una arremetida que se genera luego de que el magistrado lo increpara en público por instruir a un perito en una de las audiencias de la etapa probatoria de este bullado caso.
En diciembre de 2013, en tanto, Muñoz llega a la presidencia del máximo tribunal, tras ser electo por sus pares, lo que lo consolidó como uno de los magistrados más jóvenes en asumir este cargo.
Su nutrida trayectoria da cuenta de que años después, presidiendo la Tercera Sala de la Suprema, el 2019, se enfrentó al Tribunal Constitucional, en el denominado “choque de trenes” entre el Poder Judicial y la Suprema.
Su caída
En su trabajo, destaca además el que lideró como responsable de la sala constitucional de la Corte Suprema, en el contexto del fallo contra las isapres, y la paralización de la central termoeléctrica Castilla.
Llegado julio del año en curso, la Comisión de Ética del máximo tribunal abrió una investigación en su contra, como consecuencia de la acusación que pesa sobre él de favorecer a su hija en la compra de un departamento.
En específico, Graciel Muñoz habría asegurado en una conversación con una ejecutiva involucrada en la adquisición, que tenía la intención de recuperar sus abonos efectuados en este contexto, dado que manejaba información alusiva a una sentencia en la que participó su padre, que retrasaría la entrega de los inmuebles.
Este antecedente fue al que apeló la derecha para presentar la acusación constitucional que este miércoles terminó alejándolo del máximo tribunal, un libelo en el que además se le cuestionó no haber ejercido funciones correccionales y omitir denunciar la falta de su hija, quien además decidió cumplir con su trabajo desde Italia durante la pandemia, esto es fuera de la juridicción chilena.
"El juez Muñoz tiene muchas decisiones extraordinariamente polémicas. Si se le quiere acusar por eso, bien, pero si una persona toma decisiones polémicas y se le acusa de deshonesto, se está cometiendo una inmoralidad", había declarado hace unos días el abogado a cargo de su defensa, Jorge Correa Sutil, quien pese a sus argumentaciones, no logró evitar la caída de su representado.