La fría cara del calentamiento global
Cuando la NASA informó que el 2023 fue el año más cálido que se haya registrado instrumentalmente en la Tierra, también creció la preocupación de cuánto podía seguir aumentando la temperatura en nuestro planeta, sin prestar mucha atención a que pocas y pequeñas regiones del planeta en vez de calentarse, se estaban enfriando.
Aunque tal como su nombre lo dice, el Calentamiento Global se refiere al aumento del promedio de temperatura de la superficie terrestre, en algunas partes de esta generalidad el cambio es en sentido inverso, mereciendo ahí una preparación diferente para lo que se espera en la mayoría de las regiones que se están calentando.
Hace exactamente dos décadas se estrenó en Chile la película "El día después de mañana" (The Day After Tomorrow, 2004, Lions Gate Films), cuyo guion presenta una versión extrema del Calentamiento Global que al derretir las capas de hielo del hemisferio norte, interrumpe las corrientes oceánicas que llevan calor desde zonas tropicales hacia esa parte del Atlántico, desencadenando así una nueva era glacial en Europa y Norteamérica.
Aun cuando esta dramatización cinematográfica es exagerada, en ningún caso constituye una paradoja; sino más bien una alerta.
En efecto, debido a la complejidad de los fenómenos climáticos del planeta, no debería extrañar que en algunas pequeñas regiones se redujera su temperatura, mostrando un comportamiento contrario a la globalidad. De hecho durante los últimos años ya se ha registrado el descenso gradual de temperatura en una región oceánica al sureste de Groenlandia que, debido a su singularidad, la han llamado “Mancha Fría”.
Los científicos postulan que ahí el Calentamiento Global ha intensificado los vientos, los cuales ahora al desplazarse con más vigor sobre la superficie del mar, reducen la temperatura de su superficie, tal como al soplar sobre una taza de café para enfriar dicho líquido. Esto no es una evidencia en contra del calentamiento generalizado de la Tierra, sino sólo una manifestación local contra-intuitiva de este fenómeno.
En nuestro país, considerando su esbeltez continental sudamericana que se extiende a lo largo de varias latitudes, podrían ocurrir algunos enfriamientos locales debido principalmente a perturbaciones a los grandes flujos de aire y agua.
Dentro de los primeros están los cambios que pueden experimentar el Anticiclón del Pacífico y los vientos del Oeste Austral, mientras que para los segundos están las alteraciones a la corriente de Humboldt.
El calor adicional aportado por el Calentamiento Global podría golpear a estos engranajes climáticos propiciando fenómenos como aquel que gatilló el enfriamiento que ficticiamente fue llevado al cine o el que realmente provoca la Mancha Fría. Incluso al aumentar la evaporación debido al incremento de la temperatura se pueden formar nubes bajas y densas que reflejen más radiación solar, generando un enfriamiento de las partes de la superficie terrestre que cubre tal tipo de nubosidad.
Aunque en Chile la probabilidad de ocurrencia de estos “antagonismos climáticos locales” es baja, resulta conveniente preparar a la gente para responder de la mejor manera posible en caso de que sucedieran. Tal preparación incluye la observación al comportamiento de las variables físicas, químicas y biológicas de los dos grandes accidentes geográficos que flanquean el grueso de la distribución poblacional: océano Pacífico y cordillera de Los Andes.
También es pertinente el empleo de tecnología de simulación de escenarios futuros y el aprovechamiento de los eternos hielos patagónicos para realizar ahí ensayos de actividades humanas.
Independiente de las medidas que se tomen para adaptarse a nuevos fríos, la existencia de estas anomalías climáticas es una invitación a reflexionar que en los sistemas complejos algunas de sus partes pueden tener una conducta que parece contradecir a la que expone el todo.
Y si algunas regiones se están enfriando debido a que la Tierra se está calentando, de la misma manera sucede con algunos individuos que se manifiestan en un sentido debido a que la sociedad a la que ellos pertenecen se manifiesta en sentido opuesto.