Una contadora de Santiago, recibió en noviembre de 2021 un mensaje de texto que parecía ser del Banco Santander, alertándola de un intento de fraude en su cuenta.

Según se puede apreciar en el fallo judicial, el mensaje contenía un enlace, y al seguir las instrucciones, la mujer entregó sin saberlo sus claves de acceso bancario a estafadores.

Como resultado, en menos de una hora se realizaron seis transacciones fraudulentas desde su cuenta, por un total de más de seis millones de pesos.

El banco no detectó estas operaciones sospechosas ni emitió alertas, lo que permitió que el fraude continuara sin ser bloqueado.

Al descubrir el fraude, la mujer contactó al Banco Santander para reportar lo sucedido, y aunque la institución bancaria devolvió una parte del dinero defraudado, aún le exigía el pago de más de cuatro millones de pesos.

La mujer presentó un reclamo ante el Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC) y la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), pero el banco se defendió argumentando que las transacciones fueron realizadas con las claves proporcionadas por la clienta, aunque estas fueron obtenidas fraudulentamente.

Además, la mujer denunció el caso a la Fiscalía, mientras el estrés y las complicaciones financieras afectaron gravemente su salud, especialmente porque en ese momento estaba embarazada de su primera hija.

Finalmente, el caso llegó al Decimotercer Juzgado Civil de Santiago. La jueza Alejandra Pino Montero determinó que el banco no tomó las medidas de seguridad necesarias para evitar el fraude.

A pesar de lo inusual de las transacciones y su rápido desarrollo, el banco no emitió ningún tipo de alerta a la mujer.

La ley vigente exige que los bancos implementen sistemas de monitoreo para detectar operaciones inusuales, y el tribunal concluyó que el Banco Santander no cumplió con esta obligación.

El tribunal condenó al banco a pagar una indemnización de $4.101.444 a la mujerpor el daño económico causado.