Develan que cambiar plaguicidas por flores nativas aumenta producción de palta sin plantar más superficie
Aunque son parte de la cultura chilena, las paltas también son conocidas en Chile y el mundo por la crisis hídrica que ha generado su producción desregulada en el centro del país, dejando situaciones críticas de sequía como la de Petorca o La Ligua.
Las plantaciones de paltas también han reemplazado vegetación nativa muy amenazada, a raíz de una serie de planes de manejo entregados por Conaf, que habilitaron el reemplazo de flora nativa por monocultivo agrícola y que fueron declarados ilegales por Contraloría.
Ahora, una investigación ha demostrado que la vegetación nativa puede aumentar la producción de las plantaciones de palto, a raíz de los polinizadores silvestres que ayudan a la productividad de las plantas. Esto lo hicieron a través de un mapeo en la cuenca del río Aconcagua en la región de Valparaíso, donde descubrieron que las plantaciones cercanas a la Reserva La Campana, donde hay más vegetación nativa, mostraron una mayor oferta de polinización.
María José Martínez, coautora del estudio e investigadora del Instituto de Ecología y Biodiversidad y de la Universidad Santo Tomás, explica que la idea del estudio era "evidenciar cómo los corredores y parches de vegetación nativa contribuyen no solo a la conservación de la biodiversidad sino que también a la productividad de cultivos como la palta".
Flores nativas y producción agrícola
Este estudio viene a reafirmar un conocimiento que se está probando en el país a través de diversos proyectos. Uno de ellos es el de la Granja Crisol en Quillota, donde desde 2007 decidieron abandonar los agroquímicos e incorporar vegetación nativa dentro del huerto para mejorar la salud del suelo y la polinización de los cultivos.
En los últimos años, productores de paltos de las regiones de Valparaíso y Metropolitana han visitado la granja para conocer esta experiencia, a manos de un proyecto apoyado por el Ministerio de Agricultura, para promover que se incorpore vegetación nativa para mejorar la polinización en cultivos de palto.
También se suma a un proyecto de investigadoras de la Universidad Andrés Bello, con apoyo del Ministerio de Agricultura y de Corfo, donde se plantaron bordes de flores nativas en los huertos de palto, almendro y cerezo para mejorar la producción de frutas.
Las distintas investigaciones ofrecen herramientas para mapear e implementar diseños prediales que incorporan vegetación nativa dentro de las plantaciones o huertos de palta, para mejorar la productividad agrícola en la zona central del país a la vez que se protege la biodiversidad nativa.
En la misma línea va un trabajo de investigadores del IEB donde trabajaron con viñas de la zona central de Chile para que mantuvieran corredores de vegetación nativa dentro de 22 viñedos, y así entregar un hábitat a la flora y fauna nativa además de mejorar la resiliencia del ecosistema en general y del suelo.
Foto: Juan Luis Celis, IEB.