¿Por qué conmemorar el Día Internacional de la Preservación de la capa de Ozono?
Agencia Uno

¿Por qué conmemorar el Día Internacional de la Preservación de la capa de Ozono?

Por: Bernardo Reyes Ortíz | 16.09.2024
La buena noticia es que luego de 35 años se han prohibido cerca del 99% de las sustancias que dañan la capa de ozono y esta se ha empezado a recuperar. Cumplir rigurosamente los planes acordados implicaría que en 40 años la capa de ozono podría recuperarse.

Conmemoramos que actuamos de conjunto, como humanidad, para que el escudo protector del planeta Tierra, la capa de ozono, sea efectivamente resguardada del impacto humano y no siga debilitándose drásticamente, como ocurrió hasta hace poco.

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Hemos reaccionado a tiempo como naciones y evitamos que su adelgazamiento y la posterior emergencia para que un agujero en la capa sobre la Antártida en la década del 70' no siguiera expandiéndose, lo que hubiese provocado graves daños a la vida.

Naciones Unidas, en los años 80, convocó a científicos y expertos logrando gestar un acuerdo para eliminar las sustancias que provocan daño a la capa de ozono. El acuerdo llamado Protocolo de Montreal, entró en vigor en 1989.

La Asamblea General de Naciones Unidas declaró el 16 de septiembre como la fecha para recordar a los países que tenemos un compromiso colectivo que cumplir para reducir y sustituir los productos industriales que generan daños a la capa de ozono. Hemos avanzado mucho, pero estamos aún lejos de la meta para recuperar la capa de ozono.

¿Qué es la capa de ozono y por qué es esencial para la vida?

La capa de ozono es una delgada franja de gases ubicada en la estratósfera a unos 20 a 30 km de distancia de la superficie terrestre y que filtra la mayoría de los rayos ultravioleta provenientes del sol. En otras palabras, es el escudo que reduce la poderosa radiación ultravioleta y protege todas las formas de vida, plantas y animales.

Es irreemplazable y su ausencia provocaría la esterilización de la vida sobre el planeta, una extinción masiva. El adelgazamiento de la capa implica una mayor exposición a rayos ultravioleta, lo que está generando un aumento en el cáncer a la piel de las personas.

En Chile los estudios señalan que la mortalidad por cáncer a la piel en los últimos 10 años ha aumentado 40%, según la Fundación A. López Pérez y es el tercer tipo de cáncer más común. Por ello hacen un llamado a proteger la piel especialmente de la niñez. Las escuelas con patios sin techos aumentan la exposición y vulnerabilidad de la niñez. Además, una mayor exposición también implica mayor riesgo de cataratas y otros daños irreparables a la vista y alteraciones del sistema inmunológico de organismos vivos.

El deterioro de la capa de ozono se detectó en los años 70 y hacia fines de los 80 ya había suficiente evidencia de los factores y sustancias que estaban induciendo su debilitamiento: la acumulación en la atmósfera alta de gases industriales tales como los clorofluorcarbonos (CFC), y otros productos usados en procesos de refrigeración, aires acondicionados, en aerosoles, espumas, limpiadores industriales, plaguicidas, extintores de incendios y muchos otros.

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A estos elementos se les conoce como sustancias que agotan la capa de ozono (SAO). El ozono es una molécula inestable compuesta por tres átomos de oxígeno, muy reactiva, que se rompe y transforma cuando interactúa con moléculas de gases que contienen cloro, bromuro, hidrógeno y nitrógeno que llegan la atmósfera por la actividad humana y algunos procesos naturales, perdiendo así su función de filtro de UV.

¿Hay buenas noticias?

El acuerdo global ha sido muy efectivo en reducir y sustituir las sustancias que degradan la capa de ozono sobre la Antártida y que afecta especialmente a ese continente y a países del extremo del hemisferio sur, como Chile y Argentina.

El plan de acción del Acuerdo de Montreal ha tenido sucesivas enmiendas, la última de ellas el año 2016, conocida como la Enmienda Kigali, que propuso eliminar los hidrofluorcarbonos (HCFC), sustancias que sustituyeron los CFCs, pero que hoy sabemos acelera el calentamiento global.

Así, la buena noticia es que luego de 35 años se han prohibido cerca del 99% de las sustancias que dañan la capa de ozono y esta se ha empezado a recuperar. Cumplir rigurosamente los planes acordados implicaría que en 40 años la capa de ozono podría recuperarse.

Este acuerdo es un caso único de éxito en la protección de un bien común por la comunidad de naciones. Todos los países se pusieron de acuerdo y activaron un plan de acción que se ha ido cumpliento, algo que no hemos logrado ante la mayor amenaza que enfrenta el planeta, con los gases efecto invernadero-GEI, que provocan el cambio climático.

Ya estamos viviendo sus efectos con decenas de millones de migrantes climáticos abandonando sus países impactados por sequías y desastres naturales extremos. Son justamente los menos responsables por el calentamiento global los más vulnerables.

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Por eso, analizar el modelo y respetar el Protocolo de Montreal como el mejor ejemplo de la ruta a seguir para proteger las selvas, los océanos, la biodiversidad y el clima del planeta. Actuar a tiempo o no actuar, ese es el dilema.