Vuelco en fallo de joven que perdió visión de ojo en hospital público: $50 millones de compensación
Un hombre que perdió la visión de su ojo derecho tras someterse a una cirugía de desprendimiento de retina demandó al médico que lo operó y al hospital público donde se realizó el procedimiento.
El afectado aseguró que la operación fue realizada de forma negligente, lo que resultó en la pérdida irreversible de su vista.
Inicialmente, la Corte de Apelaciones de Santiago revisó el caso y concluyó que ni el médico ni el hospital fueron responsables del daño ocular.
Según el tribunal, el problema no fue causado por un error humano o una mala práctica médica, sino por un insumo médico defectuoso, un líquido especial utilizado en este tipo de cirugías, que contaba con las certificaciones requeridas en ese momento.
No había advertencias sobre posibles fallas del producto, lo que exoneró tanto al médico como al hospital de cualquier responsabilidad.
Sin embargo, en una etapa posterior del caso, el Tercer Juzgado Civil de Santiago determinó que el Hospital San Borja Arriarán debía pagar una indemnización de 50 millones de pesos al paciente afectado.
Aunque el insumo defectuoso fue proporcionado por una empresa externa, la corte decidió que el hospital debía asumir la responsabilidad por la falta de supervisión y control de los insumos utilizados durante los procedimientos médicos.
El fallo destacó que el hospital, al ser una institución pública, tiene la obligación de garantizar la seguridad de los pacientes, incluso si los servicios o insumos provienen de terceros.
La falta de control sobre el material utilizado en la cirugía fue un factor clave para que se declarara la negligencia en este caso.
La indemnización se mantuvo en 50 millones de pesos, con la posibilidad de ajustes a medida que avance el proceso judicial.