En un fallo judicial, el ministro en visita extraordinaria Max Cancino Cancino, de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, ha condenado a Carlos Castro Navarro, exfuncionario de Carabineros, a cumplir una pena de 5 años y un día de presidio por su participación en el homicidio calificado de un obrero que fue asesinado en junio de 1981 en la comuna de San Felipe.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 7 de junio de 1981, cuando una patrulla del Retén Curimón, compuesta por Castro y otros dos funcionarios, detuvo al trabajador en el sector de Tierras Blancas, frente a la quinta de recreo 'El torito'.

Según el fallo, durante la detención, Castro disparó en la cabeza a la víctima, causándole la muerte. Posteriormente, en un intento de encubrir el crimen, los funcionarios rasgaron las ropas del fallecido para simular un ataque.

Este caso ha sido calificado como un crimen de lesa humanidad, lo que significa que es imprescriptible, tanto en el ámbito penal como en el civil. El tribunal también rechazó las defensas presentadas por el fisco, que intentó argumentar la prescripción de la acción civil y la existencia de una reparación satisfactoria.

En el plano civil, el tribunal ordenó que el Estado, junto con el condenado, indemnice a la hija de la víctima, con la suma de $150.000.000 por daño moral.

El fallo también absolvió a Ulises Castillo Soto, otro de los carabineros implicados, al no encontrarse pruebas suficientes que lo vincularan directamente con el crimen como encubridor.