Crisis por cortes de luz: Gobierno se comunica con embajador de Chile en Italia por futuro de Enel
El gobierno de Gabriel Boric informó que se comunicó con su embajador en Roma, Ennio Vivaldi, para que tome contacto con representantes de la empresa de electricidad italiana Enel, cuya concesión está bajo revisión por las más de 60.000 familias que llevan una semana sin luz en Santiago tras un fuerte temporal.
"Ante la cuestionada gestión de la empresa Enel en Chile, el presidente, Gabriel Boric, me instruyó solicitar a nuestro embajador en Roma, Ennio Vivaldi, que tomara contacto con representantes de Enel en Italia (...) Hoy, el embajador fue contactado por el consejero diplomático de la presidenta, Giorgia Meloni, quien expresó la preocupación del Gobierno italiano y la disposición para contribuir a que Enel cumpla sus compromisos en nuestro país", publicó a través de dos mensajes el canciller chileno, Alberto van Klaveren.
El temporal que azotó hace una semana el centro y el sur del país, en el que se registraron vientos de hasta 124 kilómetros por hora, tumbó miles de árboles y postes de electricidad, causando un masivo corte de luz que en algunos barrios de Santiago ha perdurado hasta hoy.
También hay afectaciones en la Región de La Araucanía, donde hay más de 4.500 clientes sin luz, y en las regiones del centro como O'Higgins y Biobío, con más de 7.300 y 1.500 clientes con cortes, respectivamente, según el último reporte de la Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC).
El mandatario chileno presionó en una declaración pública, desde el palacio presidencial La Moneda, a las compañías para que adelanten las compensaciones a los afectados, y ordenó revisar la concesión a Enel, filial de la multinacional italiana homónima y que distribuye electricidad a la mayor parte de la capital.
"Hay empresas, como Enel, que han buscado ahorrarse plata cuando hay gente que todavía está sin luz en las casas (...) Es absolutamente inaceptable", dijo Boric.
Recordar que el Ejército se desplegó este jueves para ayudar a despejar vías y levantar árboles caídos en distintos barrios de la capital, donde grupos de vecinos salieron a protestar por la inédita situación, que coincide con uno de los inviernos más fríos de los últimos años en Chile.