Pamela Jiles y su eterna odisea por un nuevo retiro
Cuando Pamela Jiles cruzó el pasillo que conecta el hemiciclo de la Cámara con el hall El Pensador, todas la miradas se posaron sobre ella. Aunque ya todos en el Congreso están acostumbrados a verla con su banda rosada que alude a los retiros de fondos previsionales, ayer martes algo era diferente: el trozo de tela que portaba tenía luces led de color fucsia con el mensaje “#NuevoRetiro”.
“He tenido y me han mandado distintas bandas. Tejidas, de plástico y esta, que es enviada por personas que quieren ser escuchadas, la gente está desesperada. Creen que los parlamentarios no están escuchando al pueblo”, explicó la diputada al ser consultada por la llamativa banda.
La performance no era al azar. Se debía a que este martes 6 de agosto se comenzó a tramitar nuevamente un proyecto de retiro de fondo de pensiones en la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, instancia en que Pamela Jiles es integrante.
Hasta la comisión llegaron personalidades destacadas: la presidenta de la Asociación de las AFP, Paulina Yazigi (envuelta en una polémica por una minuta contra la reforma de pensiones); la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa; el fundador de Felices y Forrados, Gino Lorenzini, y otras. Pero al margen y acaparando todas las miradas, estaba Pamela Jiles, con su banda de neón que contrastaba con los trajes y la formalidad a la que acostumbra el Congreso.
“Por suerte no depende de Enel”, dijo Jiles sobre su distintivo haciendo alusión a la polémica por los cortes de luz.
Nuevo intento de Jiles por capitalizar el proyecto de retiro
Aunque han existido voces aisladas en el Congreso que apoyarían eventualmente el proyecto de retiro —como la bancada PPD que amenazó con votar a favor si no se acelera la reforma de pensiones— lo cierto es que la iniciativa no tiene piso. La mayoría del oficialismo se cuadra con la posición del gobierno de no seguir extrayendo recursos de los fondos previsionales, y la oposición ya le cerró la puerta al proyecto.
Pero, ¿por qué Pamela Jiles insiste en impulsar estos proyectos? La respuesta de distintos parlamentarios es categórica: sin los retiros, la diputada no tendría “propósito” en la Cámara.
“Los retiro son su caballito de batalla, sin eso, no tendría propósito su presencia acá”, dice un parlamentario de oposición fuera de micrófono.
Y aunque eso no es del todo cierto —Jiles se ha hecho parte en la autoría de 12 proyectos este 2024— es cierto que se le conoce por su insistencia en propiciar retiros de fondos, política resistida por todos los actores involucrados en la contención de la inflación, pero inmensamente popular en la ciudadanía.
De hecho, según Cadem, Jiles es la figura política más reconocida sólo detrás de Michelle Bachelet, Evelyn Matthei y José Antonio Kast, y se posiciona como décima figura con mejor valoración.
Jiles, en los ojos de sus pares
En el Congreso su presencia genera todo tipo de reacciones; risas, vergüenza ajena, molestia y rechazo. Sin embargo, todos coinciden en que es alguien que se hace notar, y sus cercanos aseguran, que también sabe hacerse querer.
A veces se le ve seria y con el ceño fruncido cuando no resultan sus iniciativas o muy contenta, como ayer, cuando lució su banda de luces ante todo quien quisiera fotografiarla. Pero nunca es un punto medio.
También es buena para la talla, dicen los diputados que comparten a diario con ella. Suele hacer bromas de su relación con el ‘abuelo’, sobrenombre que le da a su pareja Pablo Maltés, quien también la asesora. O fustiga contra sus adversarios políticos que, aunque Jiles provenga de una tradición de izquierda, hoy se encuentran mayormente en el Frente Amplio.
En el partido del Presidente Gabriel Boric son francos; no la ‘pasan’. No se le perdona la jugada que llevó a cabo para que se rechazara la idea de legislar la reforma tributaria impulsada en el gobierno en marzo de 2023 y menos aún, el tono agresivo que emplea para criticar al mandatario y sus ministros.
Por el tema de los retiros, desde el Frente Amplio también se le cuestiona. Dicen que hace “perder el tiempo” con estos proyectos que no tienen “viabilidad política”, y que utiliza su influencia en la Comisión de Constitución de manera “negativa”.
Pero Jiles, consciente de estas críticas, hace oídos sordos. Sigue esmerada en el proyecto de retiro y en que avance su tramitación pese a que no tenga esperanza de sobrevivir septiembre cuando se vota.