Finalmente no se votó en julio la reforma de pensiones. Pese a la insistencia del presidente Gabriel Boric, y la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, para que la iniciativa fuera votada en general en la Comisión del Trabajo del Senado durante el transcurso del mes anterior, la derecha no dio el acuerdo para avanzar en el trámite legislativo y así concluyó una nueva urgencia ingresada por el gobierno que no fue acatada. 

Ayer miércoles, junto a la ministra Jara, llegó hasta el tercer piso de la Cámara Alta el ministro de Hacienda, Mario Marcel. Todo con el fin de llegar a un acuerdo respecto a la propuesta y lograr destrabar el debate del 6% de cotización extra con cargo al empleador. 

Sin embargo, los senadores de Chile Vamos que tienen mayoría en la comisión, no quisieron votar. Incluso, los parlamentarios de oposición insistieron en convocar nuevamente a los técnicos para extender aún más el debate que lleva más de cuatro meses estancado.

Ante la situación, el senador Gastón Saavedra (PS) emplazó al principio de la sesión al presidente de la comisión, Juan Antonio Coloma (UDI) —quien reemplaza a Iván Moreira en el cargo— a dar la posibilidad de votar en general la idea de legislar. 

“No me parece que volvamos a citar a los técnicos sabiendo que la semana pasada ya estuvieron y ya sabemos qué nos van a decir. Por eso quiero pedirle aquí y ahora que votemos en general la idea de legislar, no después, porque eso es dilatar. No después. Porque se están poniendo por delante intereses electorales por sobre el bienestar de los chilenos”, emplazó Saavedra. 

Por su parte, la senadora Alejandra Sepúlveda (Ind-PPD) cuestionó a sus pares de derecha apuntando a un supuesto interés electoral. “Las cuentas electorales que puedan tener ustedes… No sé, pero tener a la gente esperando, me parece de una irracionalidad absoluta y de una falta de objetivos de lo que somos nosotros como senadores. Usted está liderando aquí —le dijo a Coloma— y ustedes tienen los votos para la idea de legislar”, emplazó Sepúlveda exigiendo un plazo definitivo para votar. 

“Si quieren votar en contra, pues voten en contra, nosotros a favor y vamos a la Sala, pero no sigamos dilatando esto. Y esto no es solo un error político, también es ético y moral, porque no estamos siendo capaces de votar algo que la ciudadanía necesita que resolvamos”, acotó Sepúlveda. 

La respuesta de la oposición provino de sel senador Luciano Cruz-Coke (Evópoli) quien apuntó a que “la idea de poner en cuestión por intereses electorales, cuando en esta comisión dimos luz verde a 40 horas, sueldo mínimo y hemos tenido una voluntad que no se vio en legislaturas anteriores respecto de distintos proyectos, me parece una acusación que no corresponde. Menos viniendo de quienes hicieron el más gran daño previsional con los retiros del 10%. Entonces, no nos vengamos a dar lecciones de moral”. 

Por su parte, el senador Rodrigo Galilea (RN) advirtió que “anticipar votaciones, aunque sea en general, puede ser el peor enemigo de aquellos que queremos que esta reforma resulte” y afirmó estar comprometido para que la “reforma resulte”. 

Eso sí reconoció que “de lado y lado hay gente que quiere jugar a un inmovilismo total” por lo que llamó a ser “particularmente cuidadosos en cada uno de los pasos que se den (...) No quiero que por temas procedimentales nos hagamos una auto trampa los que queremos que esto resulte”. 

La ministra Jara, por su parte, solicitó que que se respetara la urgencia ingresada por el President Boric y se votara la reforma. Al no obtener una respuesta positiva por parte de Coloma, la ministra pidió certezas sobre la fecha de votación. Por su parte, el senador UDI pidió revisar el informe de acuerdo presentado por el Ejecutivo, aunque evitó responder si se va a votar o no la próxima semana. 

Tras la sesión, Jara recordó las “múltiples mesas” de trabajo que se han levantado en torno a la reforma, los protocolos de acuerdo y las mesas políticas apuntando a que “ya no queda ninguna excusa para no seguir avanzando”.

Ley de pesca

Mientras en el Senado se libraba la batalla entre el oficialismo y la oposición por la reforma de pensiones, en la Cámara tuvo lugar una nueva sesión de la Comisión de Pesca. Y aunque la instancia tramita la nueva ley de Pesca que busca reemplazar la llamada “ley Longueira”, los integrantes debieron abocarse a discutir y votar el requerimiento de censura presentado por el diputado Sergio Bobadilla (UDI) contra el presidente de la comisión Jorge Brito (FA).

Como argumento, Bobadilla cuestionó la conducción de Brito apuntando a que este no daba las garantías para que en la comisión se generara un “ambiente de acuerdos”, pese a los cuestionamientos que se han levantado en su contra por presentar indicaciones idénticas a un informe emitido por la industrial Sonapesca. 

Al momento de que se presentara la solicitud de censura, Brito solicitó que no se dilate más la discusión de la reforma. 

Según advierten desde el oficialismo, Bobadilla ha emprendido una sostenida estrategia para retrasar la tramitación del proyecto. Además de haber pedido que el proyecto se votara “letra por letra”, ingresó la censura que, pese a saber no podía prosperar —el oficialismo cuenta con mayoría en la Comisión— sí lograba el objetivo de retrasar el debate al interior de la instancia. 

Con todo, la moción, como era de esperarse, se rechazó por siete votos en contra y cinco a favor.