Una serie de situaciones ha generado dudas respecto de la autoproclamada victoria de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela para un nuevo período, este 28 de julio.

Y es que luego de varias acciones denunciadas por la oposición, caso de la inhabilitación en enero del rostro de la oposición al mandatario liderada por María Corina Machado, quien buscaba estar en la papeleta este domingo para arrebatarle la Presidencia, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de este país lo proclamó oficialmente este lunes como su nuevo mandatario.

Lo anterior, después de que el ente anunciara la noche del domingo, luego de varias horas del cierre de las urnas, que el chavista que asumió el poder en 2013 ganó los comicios con el 51,2% de los votos, un resultado rechazado por la oposición y gran parte de la comunidad internacional, sectores desde donde se han evidenciado serias dudas a la transparencia del proceso.

Tanto así que finalmente la principal amenaza a la candidatura de quien ya lleva más de 10 años en el poder, representada por Edmundo González Urrutia junto a la mayor coalición antichavista, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), creen que su abanderado ganó los comicios por amplio margen.

Su certeza, y la demora en oficializar los resultados durante la jornada de ayer, en medio de una tensa y dilatada espera, a lo que se suma la inquietud internacional, le han sumado opacidad al proceso, un tema que abordamos con Romer Rubio, académico de la Escuela de Gobierno del Instituto de Políticas Públicas, IPP UNAB, abogado, magister en Ciencias Política en Venezuela y magister en Gestión en Gobierno en Chile, coordinador de la Plataforma Unitaria de venezolanos en Chile y exconcejal de Maracaibo.

Consultado acerca de cómo se puede catalogar la situación de Venezuela este lunes 29 de julio, con Maduro proclamándose vencedor de las elecciones de este domingo, nuestro entrevistado es lapidario. “Estamos a las puertas de una nueva situación de alta conflictividad política, a partir del fraudulento resultado electoral del día de ayer”, dice sin cuestionar la irregularidad de la elección.

"Proceso plagado de irregularidades"

“Es un resultado poco transparente, partiendo del ilegal secuestro de las actas por mesas electorales, y la negativa a realizar las auditorías ciudadanas", cuestiona.

De hecho, su convencimiento es que el que concluyó ayer "fue un proceso plagado de irregularidades, desde el boicot del proceso de primarias, la inhabilitación de la candidata electa, la negativa de inscribir a su sustituta" y la "inhabilitación de tarjetas electorales”.

Y además, a todos estos antecedentes suma “la negativa de abrir el registro electoral para los venezolanos en el exterior y la violencia generalizada en contra del entorno del candidato”.

En definitiva, concluye, fue “un proceso nada democrático”.

¿Qué señal se le da al pueblo de Venezuela y a la comunidad internacional con lo sucedido con los resultados?, es otra interrogante que le planteamos a Rubio, quien recalca que los comicios son “un mal precedente, que menoscaba la ya menguada institucionalidad venezolana, y que instala la sensación de que no habría una vía ciudadana y constitucional que restituya la democracia en Venezuela”.

“Hoy Venezuela no vive en democracia”, releva luego.

"Podría ser el fin de cualquier salida electoral"

Posteriormente, cuando lo requerimos para entender qué tan validado queda Maduro a nivel internacional con lo sucedido este domingo, asegura que “en el mundo no democrático, queda en las mismas condiciones, en el mundo democrático queda más cuestionado, pero pareciera no importarle mucho eso”.

¿Qué tan fiel al ideario chavista ha sido Maduro?, le preguntamos a renglón seguido a Rubio, quien recalca que en su opinión, “luego de 25 años, el único ideario del chavismo es la permanencia en el poder a cualquier precio”.

“Aquí no hay más que un proyecto de perpetuidad”, asevera.

Independientemente de las elecciones de ayer, ¿cuánta vida y legitimidad le quedan a Maduro y al chavismo en Venezuela?, le preguntamos luego a nuestro entrevistado, quien dice creer “que el final de este proceso podría ser determinante en su perpetuidad”.

“De ellos normalizar lo ocurrido ayer, podría ser el fin de cualquier salida electoral en Venezuela”, asevera luego.

Finalmente, el académico insiste en que tras los comicios, “el gobierno de Maduro seguirá siendo un régimen autoritario con características pretotalitarias donde no existe ningún tipo de garantías democráticas”.

“Maduro está en el poder producto de la arbitrariedad de su régimen, su figura no cuenta con ninguna legitimidad”, concluye.