Subsecretaria Nicole Cardoch: “La reforma de pensiones no está muerta”

Subsecretaria Nicole Cardoch: “La reforma de pensiones no está muerta”

Por: Daniel Lillo | 27.07.2024
En conversación con El Desconcierto la subsecretaria habla sobre la reforma de pensiones, el proyecto de modernización de TVN y la campaña contra la desinformación que impulsa la Segegob.

Además de la reforma electoral, el gobierno hoy enfrenta dos debates de relevancia: la reforma de pensiones y la modernización de TVN; tema que generó debate a propósito de las declaraciones del presidente del directorio del canal público, Francisco Vidal. 

Sobre estas dos temáticas reflexiona en entrevista con El Desconcierto la subsecretaria General de Gobierno, Nicole Cardoch, quien enfatiza en que “la reforma de pensiones no está muerta” como han afirmados parlamentarios y emplaza a la oposición a ser “responsable” en el debate para lograr un acuerdo que permita mejorar las pensiones actuales y futuras.  

Respecto a la modernización del canal público, la subsecretaria indica que “Televisión Nacional de Chile es el único canal público en el mundo que no cuenta con financiamiento estatal” lo que es necesario revertir para asegurar la preservación de TVN. 

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—Esta semana se llegó a 21 puntos de acuerdo en la mesa técnica del Senado respecto a la reforma de pensiones, ¿cuál es el balance por parte del gobierno sobre cómo avanza la reforma?

Es bueno haber llegado a una batería de consensos en una mesa técnica que, por cierto, no es la primera que ha acompañado este proceso de la reforma de pensiones en nuestro gobierno. Esta es una discusión que lleva 10 años, han pasado tres administraciones, tres propuestas diferentes de reforma y todavía no tenemos un acuerdo sustancial en cómo cambiar la forma en que se entregan las pensiones. Son 20 meses también de conversaciones desde que nosotros ingresamos un proyecto al Congreso y eso hay que recalcarlo, porque en ese periodo se han levantado mesas técnicas y mesas políticas para alcanzar acuerdos con los partidos políticos. 

—¿Qué destacaría respecto a los acuerdos que se arribaron?

Creo que dentro de las cosas que hay que resaltar es que la mesa técnica llegó a la conclusión de que efectivamente necesitamos un aumento en la cotización adicional con cargo al empleador de un 6%. La posibilidad de tener mejores pensiones también implica que coticemos más. Además, esta cotización extra con cargo al empleador no es novedad para nuestro país. Nosotros teníamos este sistema antes de que se cambiara durante la dictadura. Entonces, es algo que se retoma, de forma muy una responsabilidad, y creo que es positivo que la medida sea apoyada por todos los actores. 

—También se acordó el mecanismo para compensar a mujeres con pensiones bajas…

Eso también es un punto destacable. Los acuerdos respecto a la importancia de mejorar las pensiones para las mujeres es algo central de la reforma. Si nosotros vemos el estado actual de las pensiones en mujeres, quitando de la ecuación la Pensión Garantizada Universal (PGU), porque es la pensión garantizada universal, el monto que más se repite para las mujeres son 40 mil pesos. De ese nivel de urgencia estamos hablando. Si no existiera la PGU, si no existiera este aporte que mayoritariamente hace el Estado, tendríamos una situación no solamente indigna, sino una situación completamente descontrolada en cuanto a las pensiones que reciben las jubiladas de nuestro país. 

—Usted mencionaba la importancia de ratificar la necesidad del 6% extra de cotización, pero la discusión sigue entrampada en cómo distribuir ese porcentaje ¿el gobierno buscará una nueva fórmula considerando que se rechazó la distribución del 3 y 3?

Por el momento lo que nos importa es sí hay una lógica solidaria en cómo se establece este porcentaje extra de cotización adicional. ¿Por qué es importante? Porque también eso nos va a permitir que los actuales jubilados que tuvieron un sistema distinto y unas reglas del juego distintas, también tengan un aumento en sus pensiones. Porque esta reforma no está solamente pensada en las pensiones futuras, y ese ha sido el énfasis del gobierno, sino que también mejoren de quienes no tuvieron la oportunidad de decidir y que hoy viven esta realidad de recibir 40.000 pesos de pensión autogestionada.

—Usted menciona la importancia del mecanismo de solidaridad. ¿Cómo se convence a la oposición de ceder en este punto? El nuevo presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, calificó el sistema de reparto como “cáncer”.

Más allá de hablar con frases rimbombantes, que siempre ponen más pelos a la sopa que soluciones, yo creo que el examen que va a venir de la ciudadanía es si desde la política logramos dar soluciones al problema de las pensiones. Los actores políticos estamos llamados a encauzar y encontrar soluciones para las urgencias que viven los chilenos y chilenas, y no para poner más dificultades en el debate. Yo llamaría a la oposición a encontrar puntos de acuerdo y lograr que esos puntos 

puedan avanzar, porque finalmente esto no se trata solamente de nuestro gobierno. 

Han existido propuestas en otros gobiernos, y lo que queremos es finalmente dar una solución de una vez por todas. Porque, como resulte este debate, lo va a recordar la ciudadanía. Y yo creo que tenemos que ser conscientes de que nuestra responsabilidad es no seguir alejando la política de las personas, sino demostrar que somos capaces de tomar buenas decisiones que impactan en su vida diaria.

—¿Sería un fracaso del gobierno que no haya una reforma de pensiones en esta administración?

Yo lo vería como un fracaso del diálogo de todos quienes estamos insertos en este debate. Esto no es responsabilidad únicamente del Ejecutivo, sobre todo en circunstancias donde el gobierno no tiene mayoría en el Congreso. Decir que acá no ha habido voluntad de avanzar por parte nuestra sería no solamente faltar a la verdad, sino que sería desconocer que en la oposición también existe la responsabilidad de aportar al debate. Porque el Ejecutivo no tiene mayoría ni en la Cámara de Diputados ni en el Senado. Por eso hemos puesto todo nuestro trabajo por delante para abrir los espacios de diálogo que sean necesarios. El gobierno ha cedido, pero también se ha dado cuenta de que acá hay un problema que no se puede pasar a la próxima administración porque la ciudadanía no puede seguir esperando. 

—Algunos, no solo de la oposición, dicen que la reforma está muerta…

En ningún caso la reforma de pensiones está muerta. Muchos nos dijeron lo mismo sobre otras políticas que han sido bastante exitosas en nuestro gobierno. Nos dijeron que ni podíamos llegar a soñar con un royalty. Y eso ya está en marcha; los gobiernos regionales y los municipios ya están contando con esos recursos frescos del impuesto a la gran minería. Nos dijeron lo mismo en el copago cero que era imposible. Lo mismo con la ley de 40 horas o el sueldo mínimo de  por cierto $500 mil. Y vemos ahora cómo esas medidas benefician a millones de chilenos. Ahora es el turno de la oposición de quebrar la pared que no nos deja avanzar y darle una respuesta a los chilenos y chilenas.

—¿Cómo califica usted la participación de las AFP en este debate?

Lo que no se nos puede olvidar es que los actores principales de esta discusión son las personas. Está bien que las AFP puedan dar su opinión e involucrarse en la discusión, pero nosotros a quienes debemos escuchar son los ciudadanos. A quienes no pudieron optar a tener otro sistema y que finalmente son los que necesitan un cambio.

—¿Sigue siendo un horizonte para el gobierno terminar con la industria de la AFP? Se lo pregunto a propósito de los dichos  de la senadora Vodanovic que aseguró que no creía posible terminar con las AFP.

El diagnóstico es que el sistema necesita reorganizarse con nuevas reglas, con opciones para las personas, y eso es algo en lo que vamos a seguir avanzando.

Está contemplado en este proyecto de reforma de pensiones. Tenemos que dejar las caricaturas de lado y centrarnos en lo que efectivamente podemos hacer y lo que ha demostrado este gobierno es que todas nuestras propuestas tienen responsabilidad a la hora de definir nuestros horizontes.

—Pasando al proyecto de modernización de TVN que fue reactivado hace una semanas, ¿cuál es la necesidad de impulsar esta medida?

Televisión Nacional de Chile es el único canal público en el mundo que no cuenta con financiamiento estatal. Y eso no es una buena referencia. Al contrario, deja en evidencia que somos una anomalía, porque no se condice que un canal que tenga una responsabilidad y una misión pública no reciba financiamiento público y se ponga esta mochila de obligaciones que trae otras responsabilidades. Eso genera un contexto completamente desigual con el resto de los canales privados. Por eso es importante avanzar en este proyecto y las indicaciones. Es necesario hacerse parte de la solución al problema de financiamiento que arrastra TVN. El sistema que regula el canal público está completamente agotado y ya no da para más. 

—¿Cuáles son los pilares de este proyecto?

Primero, es necesario estructurar, ampliar y modernizar la misión pública de TVN. Debe quedar mejor establecido qué es la misión pública, de qué hablamos cuando hablamos de misión pública. Eso es fundamental porque los mejores momentos del canal público fueron aquellos en que se priorizó la producción y el fomento de iniciativas nacionales. Las teleseries más recordadas, los hitos deportivos, la cobertura de los grandes momentos de nuestra historia, todo eso, tiene que ver con contenido nacional.  

También fortalecemos la gobernanza interna, vamos a estructurar y modernizar

un directorio que está definido por el Senado de la República. Queremos también modernizar el rol que cumple el presidente del directorio para que, a través de una terna que se elabore a propósito de la alta dirección pública, sea elegido este cargo a propósito de la propuesta que se presente. 

Por otro lado, vamos a establecer una estructura nueva de financiamiento, un endowment o fondo patrimonial. Y finalmente un cambio en el régimen económico, es decir, que tenga un régimen mixto de una vez por todas, no solamente para que sobreviva gracias a la persecución de esta torta publicitaria como el resto de los canales, sino también a propósito de un financiamiento basal que evidentemente contempla un control de recursos. Eso es muy importante porque queremos fortalecer la transparencia y el buen uso de los recursos públicos, que finalmente son recursos de todos los chilenos y chilenas.

—Pero el proyecto no se hace cargo del déficit vigente…

Partimos de la base en que se olvidan muy fácilmente las obligaciones que TVN  tiene por misión pública y por ley no se han financiado. El déficit también tiene que ver con tener una señal cultural e infantil que no ha traído más recursos, pero sí es importante tener funcionando en el ecosistema de medios. Entonces la pregunta o el planteamiento de fondo es que la misión de un canal público es distinta a la misión del resto de los canales privados, porque su misión no es rentar, no es generar excedentes, tiene que ver con la responsabilidad de generar contenidos de interés público. Y como digo, los recursos que se van a inyectar a TVN, no son ni para su señal abierta, ni para el canal de noticias, sino para el resto de sus obligaciones que se traducen en esta misión pública. 

— ¿Cómo se le convence a la oposición de la importancia de mantener el canal público?

Lo central es que tener un canal público da espacio a todas las visiones que coexisten en nuestro país. TVN es patrimonio de Chile, representa a las personas de Arica Punta Arena; es eso lo que tenemos que poner por delante. Yo soy de una región de O'Higgins, crecí viendo las noticias de TVN Red O'higgins. Y eso es algo que cambia el panorama informativo, porque hace llegar la información y los contenidos a todos los rincones del país. Por eso iniciamos este trámite con mucha expectativa, porque vemos voluntad de distintos sectores a aportar este debate que se relaciona con el fondo patrimonial que se quiere implementar. Sobre todo porque este fondo no va a depender de la política contingente o de la discusión de la ley de presupuesto de cada año, sino que tiene que ver con una inversión a largo plazo que permita combinar aportes públicos y privados para tener ingresos estables y sostenibles en el tiempo que permitan solventar a TVN.

—¿Y cuál es el sentido de impulsar una radio pública? 

La radio pública es una definición del canal. TVN es autónomo en sus decisiones, pero veo ahí una necesidad en el sentido de que es el único medio que no es multiplataforma hoy, versus el resto de los canales. En ese sentido, me parece muy atingente dar ese paso para llevar al canal público a una lógica multiplataforma.

—Otra tarea que ha asumido la Segegob durante el último tiempo es la campaña contra la desinformación ¿qué medidas se están tomando en este sentido?

Tenemos esta campaña que ya se lanzó, que es “Aguanta, chequea, comparte”, que da algunos tips ciudadanos para combatir el fenómeno de la desinformación.

El año pasado se generó polémica a propósito de la creación de la Comisión contra la Desinformación. Pero lo cierto es que esa instancia dio buenos resultados con un trabajo hecho con seriedad y responsabilidad, y que dio certezas en este debate que, por cierto, es muy complejo. En ese sentido, esta campaña apunta a educar a las audiencias y por eso es tan importante lanzar estas campañas, no solo porque prontamente vamos a vivir elecciones, sino porque vemos que en el contexto de la polarización de los debates, este fenómeno va ganando terreno. Por lo mismo, necesitamos dotar a la audiencia de más herramientas para tener esta perspectiva crítica de la información que recibe a diario. 

—Usted menciona la importancia de educar respecto a la desinformación, ¿la campaña considera algún aspecto relacionado con los primeros niveles de educación?

Por cierto que se considera en un trabajo en conjunto con el Ministerio de Educación, porque esta actitud crítica para analizar y retroalimentarnos

De nuestro universo informativo también tiene que partir desde muy jóvenes. Sobre todo cuando en promedio a los niños y niñas de nuestro país se les está entregando su primer dispositivo móvil, su primer celular, a la edad de los 8 años. Es un deber dotar a nuestros niños, niñas y jóvenes de esta perspectiva crítica, de entender que este dispositivo tiene múltiples posibilidades, pero también muchas amenazas. Y en eso vamos a trabajar con mucha fuerza. 

—Muchas veces la desinformación viene de políticos o autoridades, ¿cómo se combate este fenómeno cuando son los actores políticos quienes difunden este tipo de mensajes?

La responsabilidad política primero tiene que ser de aquellos que están involucrados en el debate. No porque estemos en campaña tenemos el derecho a decir, tuitear o compartir cualquier cosa. Tenemos una responsabilidad con la información que compartimos. Y eso es algo que no solo los políticos deben tener en consideración, también la ciudadanía debe aprender adoptar una visión más crítica respecto a las noticias que recibimos como verdaderas, sin chequear, sin ver el año, sin saber si viene de un portal de noticias oficial o si hay un responsable detrás de esa información. En ese sentido, debemos reforzar siempre a los candidatos y candidatas que van a enfrentar las próximas elecciones que las elecciones no son un chip libre para decir o hacer sin tener conciencia de que podemos estar posiblemente desinformando en algunas temáticas.