¿Por qué la industria salmonera se opone al plan de manejo de la Reserva Nacional Kawésqar?
El plan de manejo de esta área protegida ubicada en la región de Magallanes definirá sus objetivos de conservación, pudiendo establecer que el cultivo industrial de salmones es una actividad incompatible y representa una amenaza para la conservación de la biodiversidad.
De ser así, se deberían rechazar las 56 solicitudes de concesiones salmoneras que se encuentran en trámite dentro de la reserva, sin afectar a las 67 concesiones actualmente vigentes.
Por lo tanto, no es cierto que disminuirá ni mucho menos que desaparecerá la producción salmonera de la reserva ni menos de Magallanes, como tampoco es cierto que se pondrán en riesgo los puestos de trabajo existentes, ya que las concesiones actualmente vigentes son las que generan empleo y no la mera posibilidad de nuevas concesiones.
El problema de fondo es que la industria salmonera pretende seguir creciendo sin respetar la legislación vigente, tal como lo ha detectado Fundación Terram a través de diversas investigaciones.
La más reciente, identificó 95 casos de sobreproducción dentro de reservas nacionales que no habían sido detectados por la autoridad, por más de 67 mil toneladas de salmones producidos por sobre lo autorizado en sus permisos ambientales. De estos 95 casos, 11 ocurrieron dentro de la Reserva Nacional Kawésqar.
La sobreproducción se traduce en una mayor cantidad de fecas y alimento no digerido por los salmones que se acumula en el fondo marino y que pone en riesgo a las especies que ahí habitan. Pero la sobreproducción también significa un mayor tránsito de embarcaciones, aumentando el riesgo de colisión con mamíferos marinos, como ballenas y delfines, los cuales juegan un rol importante para el equilibrio de los ecosistemas.
En parte, la responsabilidad de la ambición salmonera la tiene el Estado de Chile que durante muchos años no ha respetado sus compromisos internacionales, como la Convención de Washington sobre Protección de la Flora, Fauna y Bellezas Naturales de los Países de América, ratificada en 1967, y que establece que, dentro de reservas nacionales, la actividad económica que se pretenda desarrollar debe ser compatible con los objetivos de protección, cuestión que parece bastante lógica. Pero a pesar de esto, distintos gobiernos autorizaron más de 370 concesiones salmoneras dentro de reservas nacionales sin que estas áreas contaran con un plan de manejo.
De este vacío se ha beneficiado durante décadas la industria salmonera, y ahora que se avanza en la elaboración de este instrumento en la Reserva Nacional Kawésqar como cumplimiento de una política pública largamente abandonada, pero relevada con la aprobación de la Ley SBAP, la industria salmonera decide impulsar una campaña cuyo propósito no es resguardar el empleo, sino más bien poder seguir operando y aumentar su producción dentro de áreas protegidas sin respetar la legislación vigente.
Crédito de la foto: Agencia Uno