Apenas se oficializó la renuncia de Javier Macaya, su nombre comenzó a sonar con fuerza para sucederlo. Ya había sido secretario general del partido en medio de una crisis, ejerció las funciones de jefe de bancada y sus pares le reconocen “talento político y temple” para afrontar las discusiones políticas y legislativas. Por lo mismo, para la comisión política de la UDI, no fue difícil optar por Guillermo Ramírez —o “Guille” como le dicen en confianza— como nuevo timonel del gremialismo, fuerza que atraviesa una de las crisis más importantes desde el escándalo de las platas políticas. 

Aunque se barajó la posibilidad de que asumiera Juan Antonio Coloma hijo o padre, lo cierto es que la figura de Ramírez ya llevaba un buen tiempo sonando para presidir la UDI. Sobre todo, porque para diciembre de este año están programadas las elecciones internas, instancia en que la nueva generación gremialista posiblemente se vuelva a enfrentar a los llamados “Coroneles”. 

En ese puzzle, Ramírez ya asomaba como posible carta para suceder a Macaya con quien mantenía una buena relación y coordinación en el Congreso antes de su renuncia. 

Pero además de enfrentar las próximas elecciones internas, Ramírez tendrá que navegar la crisis que azota a la tienda que lidera y, a la vez, concretar el pacto para las elecciones municipales y regionales el cual tiene como fecha límite este 29 de julio cuando expire el plazo de inscripción de candidaturas. 

Quién es Guillermo Ramírez

Al igual que la mayoría de los militantes UDI, “Guille” proviene de la Universidad Católica, donde entró a estudiar Ingeniería Civil, carrera que dejó a los dos años para optar por Derecho. Ahí generó lazos con otras figuras de la derecha en el Movimiento Gremial, fuerza universitaria de la UDI. De hecho, en 2003, dicho movimiento se hizo con la FEUC con Jaime Bellolio a la cabeza y con Ramírez como consejero ejecutivo. 

Su acercamiento a la cúpula de la UDI se dio a propósito de su cercanía a la Fundación Jaime Guzman. Quienes lo conocen, aseguran que Ramírez desde su juventud mostró gran admiración por el fundador del gremialismo, lo que precisamente lo motivó a participar en la organización —de la cual llegó a ser subdirector— y posteriormente en política. 

Su saltó al Congreso se dio precisamente con uno de los pesos pesados del gremialismo. En 2009 asumió como jefe de gabinete de Juan Antonio Coloma Correa donde comenzó su ascenso en el partido. Esta misma función la cumpliría posteriormente con el Segpres de Piñera, Claudio Alvarado, en 2010, y con Joaquín Lavín cuando era alcalde de Las Condes, previo a que fuera elegido diputado en 2017. 

Antes de eso, ya había dado un paso al frente en la primera línea política asumiendo la secretaría general de la UDI en medio de la crisis que atravesaba el partido a raíz del caso Penta. 

Paradójicamente, en aquella oportunidad, Ramírez sucedió en el cargo precisamente a Javier Macaya, quien ejerció como secretario gremialista entre mayo de 2014 y abril de 2015. 

En 2017, ya con bagaje en la UDI y en el quehacer parlamentario, compitió por un escaño de la Cámara en el distrito 11, siendo electo en cuarta mayoría. Actualmente, está en su segundo periodo como diputado en el mismo distrito luego de ser electo en 2021 como tercera mayoría. 

Endurecimiento con el gobierno

Como integrante de la Comisión del Trabajo de la Cámara, Ramírez ha sido uno de los líderes de la oposición en la discusión de la reforma previsional impulsada por el gobierno del Presidente Gabriel Boric. 

En esa labor, ha marcado la posición de la mayoría de la derecha: oponerse con fervor a los mecanismos de reparto del 6% de cotización extra que ha propuesto el Ejecutivo. De hecho, el nuevo timonel UDI calificó como “un cáncer” el sistema de reparto. 

Sobre esto, Felipe Vergara Maldonado, analista político y académico de la Universidad Andrés Bello (UNAB), sostiene que “Ramírez ha sido muy duro con el gobierno, mucho más que Macaya y creo que eso se va a profundizar con más fuerza durante este año, por las características y por el perfil que tiene, y porque además estamos en un año electoral”.

Ramírez marca posición

En su primer día como presidente de la UDI, Ramírez dio un punto de prensa en el Congreso marcando posición respecto a lo que será su conducción del partido base de Chile Vamos. En ese sentido, reconoció que el gremialismo atraviesa un “momento difícil” y fijó como principal tarea destrabar la negociación municipal y de gobernadores. 

“Asumo la presidencia de la UDI en un momento difícil, pero creo que el partido, unido como está, va a salir adelante en este momento”, manifestó el diputado agregando que “A partir del lunes, tenemos el deber de trabajar en candidaturas únicas en los municipios para poder hacer frente a los candidatos de izquierda y poder empezar a pavimentar el camino para que podamos llegar al gobierno el próximo año”. 

En esa línea, aseguró que su principal tarea hoy es “confeccionar listas municipales lo más competitivas posible y a lograr la tan anhelada unidad de toda la oposición que nuestros electores y simpatizantes demandan”.