Sistema nacional de (des) cuidados

Sistema nacional de (des) cuidados

Por: Leonel González Soto | 23.07.2024
El Gobierno debe entender que las y los profesionales de enfermería no solo cumplen un rol sanitario de asistencia en nuestro país, sino que también, a través de la entrega de cuidados formales y profesionalizados, aportan a la construcción y desarrollo sociopolítico y sanitario de la sociedad.

“Si no hay cuidados, la sociedad no avanza”. Estas fueron palabras que entregó la Ministra de la Mujer, Antonia Orellana, el pasado 06 de junio, en la firma del Proyecto de Ley que busca crear el ´Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados´. Sin embargo, si bien es una buena política pública de forma, ésta solo responde al problema del cuidado desde una perspectiva social, y no aborda el problema de fondo, que es justamente 'El Cuidar'.

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No puede un país crear un programa o servicio dedicado al cuidado sin considerar la participación y ´expertise´ de las y los profesionales de enfermería en la entrega de cuidados formales, a quienes cuidan, y a quienes son cuidados.

El Proyecto de Ley hasta ahora, no hace referencia al abordaje que se dará desde la perspectiva de salud, desconociendo el rol social y aporte histórico de la enfermería. Lamentable y desafortunadamente, las enfermeras/os no fueron consideradas/os en su elaboración.

Según la OIT (2018), en el mundo se destinan más de 16 mil millones de horas de cuidado informal, no remunerado, diariamente (esto corresponde a 2000 millones de personas trabajando ocho horas al día sin recibir una remuneración a cambio). Si estos servicios se valoraran sobre la base de un salario mínimo, representarían el 9% del PIB mundial.

En Chile, el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado representa el 25,6% del PIB, el cual es ejercido en su mayoría por mujeres, de las cuales según la encuesta CASEN del 2022, un 66% no trabaja ni recibe remuneración alguna por aquello.

Además, según los resultados del informe “Hablemos de cuidados” (MIDESO y ONU mujeres Chile, 2023), más del 30% de la población mayor de 60 años de nuestro país presenta algún grado de dependencia y más del 14% de niños, niñas y adolescentes presenta algún grado de discapacidad.

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Considerando todo lo anterior, deberíamos preguntarnos: ¿Es el cuidado SOLO un problema social? El cuidado no puede plantearse solo desde lo social, desmarcándose de una base sanitaria.

Actualmente, Chile y el mundo enfrenta una crisis en la asistencia de salud, con una demanda sanitaria constantemente en alza y con Gobiernos que no son capaces de dar cobertura a las mismas desde la perspectiva sociosanitaria.

En el caso de los cuidados, con la pronta creación de este Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados, el Gobierno de Chile sigue en la línea de presentar el cuidado como una cuestión meramente social que debe prestarse casi de manera gratuita, sin considerar que nuestro país tiene actualmente más de 70 mil profesionales de enfermería que no solamente pueden aportar a formalizar este cuidado informal, formando y capacitando a los y las cuidadoras que tienen a su cargo personas dependientes o con discapacidad, sino que también pueden aportar desde el cuidado profesionalizado al crecimiento económico, para conseguir una sociedad más desarrollada, justa, equitativa y segura.

Históricamente la enfermería ha sido una profesión mayoritariamente femenina, y coincidentemente (o no), en nuestro país la entrega de cuidados informarles es realizado en su mayoría por mujeres. Por lo tanto, el problema sociosanitario del cuidado en nuestro país es también un problema de género.

El Gobierno debe entender que las y los profesionales de enfermería no solo cumplen un rol sanitario de asistencia en nuestro país, sino que también, a través de la entrega de cuidados formales y profesionalizados, aportan a la construcción y desarrollo sociopolítico y sanitario de la sociedad.

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El poder de los cuidados que tienen las y los enfermeros debe ser visto como uno de los principales propulsores para el desarrollo del país en múltiples esferas, y en el caso del mencionado Proyecto de Ley, que considera el cuidado como un cuarto pilar de la protección social, debería sí o sí apoyarse en la experiencia y conocimientos del cuidado de enfermería para alcanzar el bienestar social y sanitario de las personas, considerándolo como piedra angular del progreso social y económico.

Crédito de la foto: Agencia Uno