Ya a inicios de 2024, y tras años de batalla legal, la Seremi de Vivienda de la región de Valparaíso ordenó demoler el hotel Punta Piqueros construido en Concón. Desde el organismo establecieron que la construcción no se ajusta al Plan Regulador Comunal y no cuenta con permiso municipal.

Desde la inmobiliaria del proyecto, asociada a las familias Bolocco, Urenda y Said, impugnaron la decisión del organismo. Así, comenzó un proceso de conciliación ante la justicia, donde se acusa que los titulares del hotel pretenden revivir el permiso de edificación declarado ilegal por la Corte Suprema.

“La conciliación propuesta por la inmobiliaria es ilegal. No se puede pretender revivir un permiso de edificación ni una solicitud de permiso declarado nulo e ilegal por la Corte Suprema en cinco fallos”, reclama Cecilia Rojas, presidenta de la Corporación Pro Defensa del Patrimonio Histórico y Cultural de Viña del Mar.

Esta corporación actúa como tercera coadyuvante en el proceso de conciliación que se lleva a cabo ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso entre la inmobiliaria y la Municipalidad de Concón.

“La única manera de ejecutar el proyecto en conformidad a la ley es regularizándolo, esto es modificando lo edificado para ajustarlo a la normativa vigente y no al revés. Avanzar a una solución como la que propone la Inmobiliaria es una pésima señal de impunidad y sienta un muy mal precedente para Concón, la región y el país”, concluye Rojas.

Permiso ilegal

El permiso al que se hace referencia es el permiso de edificación del cual se valió la inmobiliaria para construir el inmueble, y que ha sido declarado como ilegal por la Corte Suprema en varias ocasiones.

En un fallo de 2022, desde la Suprema se acusa que la inmobiliaria actuó de mala fe al continuar construyendo un edificio sin ajustarse a la legislación.

“Como resultado, se ha erigido un edificio contrario a la normativa urbanística vigente, que no puede ampararse en un permiso de construcción ilegal desde su otorgamiento, y que no es posible que sea tramitado desde su origen y otra etapa, como lo ha señalado esta Corte en pronunciamientos anteriores”, se declara desde el máximo tribunal.

Daño ambiental

Para construir el hotel Punta Piqueros, se dinamitó el peñón Oreja de Burro; una roca que pendía sobre el mar formando un “triángulo de biodiversidad” junto con otra roca oceánica y el campo dunar de Concón; otro ecosistema que muestra señales de colapso ante la presión inmobiliaria.

Se trata de ecosistemas que cumplían un rol clave contra el cambio climático, que hace cada vez más frecuentes e intensos fenómenos como las marejadas.

De hecho, el hotel ha quedado a merced de las marejadas en varias ocasiones, y en 2019 un informe del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) señaló que el hotel se encuentra construido en una zona inundable.

Mientras desde la inmobiliaria continúan con los esfuerzos para frenar la demolición del hotel, concejales y autoridades locales llaman a que el proceso de demolición elegido sea tal que no genere otro daño más en el ecosistema.

Foto: Agencia UNO.