Es la planta solar más grande del país y genera la energía suficiente para alimentar 500 mil hogares. Se trata de CEME 1, la recién inaugurada planta de la Empresa Generadora Metropolitana en María Elena, en la región de Antofagasa.

Cuenta con 800 mil paneles solares abarcando 435 hectáreas de territorio y durante 2025 comenzará la construcción de un sistema de almacenamiento para la planta, con el objetivo de guardar el exceso de energía que se genera durante el día y poder utilizarlo en otros momentos.

Con esta magnitud, el parque supera la capacidad del proyecto Gran Teno de Grenergy, que tiene 367 mil paneles y una potencia de 241 MW (CEME1 tiene una potencia de 480 MW).

De esta forma, Chile se consolida como el país del mundo donde más cantidad de la energía consumida proviene de fuentes renovables, mientras que Antofagasta sigue siendo la región con más generación de energías limpias, debido a las condiciones favorables de sol y días despejados en el desierto.

Energía en el norte

Sin embargo, esto perpetúa la concentración de la generación de energía limpia en el norte del país, lo que ha saturado las líneas de transmisión que deben llevarla hacia los centros de consumo en la zona central del país.

La construcción de estas líneas también genera conflictos socioambientales, ya que requiere instalar cientos de torres de alta tensión cruzando vastos territorios, comunidades y ecosistemas.

El proyecto para la próxima gran carretera eléctrica que busca solucionar el cuello de botella que se forma para transmitir la energía del norte (Kimal Lo Aguirre), ha tenido cientos de observaciones en su proceso de evaluación ambiental.

Baterías como solución

Así, se genera energía solar barata en el norte en exceso, pero esta no se puede aprovechar por completo por la falta de infraestructura de transmisión. Además, debido a la naturaleza variable de la energía solar, esta se genera en cantidad durante el día (cuando hay sol) y frena durante la noche (cuando no lo hay).

La otra alternativa para no perder el exceso de energía que se da tanto por la falta de transmisión como por la variabilidad de la fuente, es invertir en almacenamiento y baterías. Una de las grandes críticas a cómo se ha instalado la energía renovable en el país es la cantidad de proyectos sin contemplar capacidad de almacenamiento o lógica territorial para instalarse donde más personas consumen energía.

Esta situación ha incluso dificultado el funcionamiento de distintos proyectos, y promovió la tramitación del proyecto de Ley de Transición Energética, que acelera los proyectos de transmisión y entrega terrenos fiscales para proyectos de almacenamiento de energía.

El proyecto ha sido criticado por voces reconocidas del ambientalismo, como la de Sara Larraín, que considera que se ha modificado el texto para generar un “traje a medida de los privados”, donde se entregan terrenos fiscales para almacenamiento sin que el Estado pueda llamar a licitación para elegir la mejor oferta.

Foto: Agencia UNO.