Incendios forestales, perros sin control, especies exóticas invasoras y la caza ilegal, son algunas de las amenazas que han llevado al zorro chilote y al huillín a estar clasificadas como en peligro de extinción. Ahora, para recuperar su población, el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad (CMS) aprobó los Planes de Recuperación, Conservación y Gestión de Especies (RECOGE). 

En el caso del zorro chilote, el plan se enfocará en proteger y restaurar sus hábitats desde la región del Biobío hasta Los Lagos. En un lapso de 10 años, esperan incrementar progresivamente la población de esta especie, ampliar su distribución y mejorar su categoría de conservación.

Para el huillín, el plan se centrará en aumentar en un 10% los sitios de ocupación de esta nutria dentro de 15 años, abarcando desde La Araucanía hasta Isla Navarino en Magallanes y Antártica Chilena. Las acciones incluirán la protección y restauración de hábitats, el control de especies invasoras y la gestión responsable de mascotas, todas cruciales para mantener y fortalecer las poblaciones de huillín en su entorno natural.

Según la Estrategia Nacional de Biodiversidad, se espera que para el 2030, el 50% de las especies priorizadas cuenten con un plan. Actualmente, ya van 13 planes oficializados.

Mamíferos nativos en peligro

Endémico de Chile, el zorro chilote habita principalmente desde la región del Biobío hasta Los Lagos en áreas boscosas y matorrales costeros, adaptándose también a hábitats modificados por la actividad humana como campos agrícolas y áreas urbanas. Sin embargo, amenazas como la pérdida y fragmentación de su hábitat debido a la expansión agrícola y urbana, así como la caza ilegal y atropellos en carreteras lo han llevado a estar en peligro de extinción. 

Por otro lado, el huillín es una nutria nativa  que se distribuye desde la región de La Araucanía hasta Isla Navarino en Magallanes y Antártica Chilena, donde habita en ambientes acuáticos como ríos, lagos, estuarios y costas marinas. Actualmente se encuentra en peligro de extinción principalmente por la destrucción de su hábitat, la contaminación de cuerpos de agua por actividades industriales y agrícolas, así como la captura incidental en redes de pesca. Su conservación también se ve desafiada por la competencia con especies introducidas como visones americanos y perros asilvestrados.

Foto: MMA - Kevin Schafer iNaturalist