En septiembre de 1973, en la comuna de Lago Ranco, un joven estudiante y militante del Partido Socialista, y su amigo enfrentaron una situación terrible.

Durante del golpe militar en Chile, ambos jóvenes fueron perseguidos por su activismo político. Uno de ellos fue asesinado y el otro sobrevivió a un intento de homicidio, pero con graves heridas.

Después de muchos años, el ministro Álvaro Mesa Latorre, encargado de revisar casos de violaciones a los derechos humanos, ha tomado una decisión importante sobre este caso.

Condenó a dos exmiembros de Carabineros, Mamerto Tercero Ávila González y Carlos Emilio Galindo Ruiz, a seis años de prisión por su complicidad en estos crímenes.

Además, les prohibió de por vida ocupar cargos públicos y ejercer cualquier profesión titulada.

Estos eventos ocurrieron cuando los dos amigos, junto con otros jóvenes, intentaban cruzar la cordillera hacia Argentina para escapar de la persecución.

Sin embargo, el mal tiempo los obligó a regresar, momento en que fueron emboscados. Uno de ellos murió por los disparos y su cuerpo fue arrastrado por el río Nilahue. El otro fue herido, capturado y brutalmente golpeado antes de ser encarcelado.

El tribunal también ordenó que el estado pague una compensación de 600 millones de pesos a los hermanos del joven de 17 años por el sufrimiento causado.