Un reciente fallo judicial ha confirmado que el Estado debe pagar $20.000.000 a un hombre por el grave daño moral que sufrió bajo tortura durante la dictadura en 1973.

Según se puede apreciar en el fallo judicial, este hombre, quien en aquel entonces era vendedor y Secretario General de la Juventud Radical Revolucionaria, fue arrestado sin orden judicial el 30 de septiembre de 1973 en su domicilio en San Bernardo, Santiago.

Fue llevado con los ojos vendados al Cerro Chena y durante su cautiverio, este hombre fue confinado en una sala junto a otros prisioneros, donde también estaba Edgardo Riveros Marín, quien más tarde sería Diputado y Subsecretario General de la Presidencia de Chile.

Los detenidos sufrieron brutales torturas; al hombre lo golpearon, lo sometieron a simulacros de fusilamiento, y le aplicaron electricidad en múltiples partes del cuerpo, incluyendo la lengua, pies, genitales y manos.

Los militares exigían información sobre armas y supuestos planes de revuelta, lo torturaban bajo la falsa creencia de que tenía información privilegiada debido a que su padre era suboficial del Ejército.

Tras once días de tormento, fue forzado a firmar una declaración falsa negando las torturas antes de ser liberado en Calera de Tango.

Además, e el fallo judicial se agrega que después de su liberación, este hombre enfrentó un continuo acoso que finalmente lo obligó a exiliarse en Venezuela y Argentina, retornando a Chile recién en 1980.

La Segunda Sala del tribunal de alzada, integrada por la ministra Mireya López, la fiscal judicial Javiera González y la abogada (i) Soledad Krause, confirmó la decisión del 14° Juzgado Civil de Santiago que ordena al fisco pagar una indemnización de $20.000.000 por daño moral a este hombre.