El 26 de mayo de 2016, durante una protesta estudiantil en el centro de Santiago, una mujer embarazada fue detenida.

Eran alrededor de las 11:00 horas cuando la mujer intentó intervenir en la detención de algunos estudiantes cerca del Centro Cultural Gabriela Mistral.

Fue aquí donde funcionarios de las Fuerzas Especiales de Carabineros, incluida la cabo segundo Tiare Noemí Vergara Torres, la detuvieron.

Después de ser llevada a la 3° Comisaría de Santiago, la mujer, angustiada y sufriendo de crisis de pánico, pidió a los carabineros que le colocaran las esposas de una manera que no la hicieran sentir tan vulnerable.

Sin embargo, en medio del intento por esposarla, Vergara la agredió físicamente de manera severa.

La situación escaló rápidamente cuando la oficial de carabineros le propinó una patada, un acto de violencia que tuvo consecuencias devastadoras.

La mujer fue trasladada al SAPU de Renca debido a un dolor agudo y sangrado. Allí, el diagnóstico médico reveló un sangrado vaginal y, tras ser llevada al Hospital San Juan de Dios, se confirmó que estaba embarazada y sufría un aborto inducido por la agresión.

El tribunal evaluó meticulosamente los hechos, y recientemente, el Cuarto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago dictó sentencia contra Vergara, condenándola a tres años de presidio.

Sin embargo, cumplirá la pena bajo libertad vigilada, lo que implica que estará bajo supervisión constante y no podrá ejercer ningún cargo público durante ese tiempo.

Además, el tribunal ordenó a Vergara pagar $5.000.000 a la mujer como compensación por las graves lesiones y el trauma sufrido, que incluyó un tratamiento quirúrgico especializado y un tiempo de recuperación de más de un mes.