Alumno expulsado de colegio de Temuco por broma sobre alerta de bomba deberá ser reintegrado
Un incidente ocurrió el viernes 22 de marzo de 2024, en el Colegio de Angol, cuando, después del recreo, que va desde las 09:30 a.m. a las 09:45 a.m., un estudiante durante la clase de lenguaje observó y tomó de una de las mesas de sus compañeros un celular.
Según se puede apreciar en el fallo judicial, acto seguido, marcó una llamada de emergencia informando sobre la presencia de una bomba en el establecimiento y colgó el teléfono.
Carabineros de Angol, alertados por la llamada, activaron el protocolo de emergencia, llegando al colegio para evacuar a los estudiantes al exterior y comenzaron a sospechar que se trataba de una broma hecha por un alumno.
Debido a este incidente, la dirección del colegio suspendió las clases restantes del día e inició una investigación que rápidamente identificó al joven como el autor de la llamada.
Como consecuencia, el lunes 25 de marzo, la madre del estudiante fue notificada sobre el inicio de un proceso disciplinario que culminaría con la suspensión del joven de las clases.
El 2 de abril, se le informó oficialmente que la decisión del colegio era expulsar a su hijo debido al grave impacto en la convivencia escolar que sus acciones habían causado.
Tras la notificación, la madre presentó un recurso de reconsideración, acompañado de pruebas que apuntaban a problemas de salud mental del estudiante como explicación a su comportamiento.
No obstante, el 10 de abril, se le comunicó que la medida de expulsión se mantenía firme.
Ante esta situación, la madre decidió acudir a la Corte de Temuco con un recurso de protección, argumentando que el proceso disciplinario no había considerado adecuadamente la salud mental de su hijo y que la expulsión en medio del año escolar dificultaría significativamente la continuidad de su educación.
La Corte revisó los detalles del caso y, aunque reconoció que el colegio había seguido su reglamento interno, determinó que la expulsión no era la medida adecuada dadas las circunstancias del estudiante y el momento del año escolar.
En consecuencia, revocó la decisión de expulsión, permitiendo al joven la oportunidad de continuar sus estudios en otro establecimiento sin la severidad de una expulsión que interrumpiría su educación.