26 de Junio de 1908 nace Salvador Allende Gossens: A 116 años de su natalicio
El expresidente de la República de Chile, Salvador Allende Gossens, sin lugar a dudas debe ser una de las figuras más reconocidas y controvertidas de la política chilena del siglo XX. Las constantes referencias e interpelaciones a su persona, dada sus pretensiones políticas e ideológicas, encauzan un debate entre aquellos amantes de la Unidad Popular, que miran al “nuevo hombre” como modelo a alcanzar, y los liberales -y otras fuerzas- que desean replegar todo esfuerzo por cimentar bases socialistas en el Chile de los 70.
Tal vez, este 26 de junio no solamente viene a recordarnos el nacimiento de un exmandatario, sino también a visualizar que tan vigentes están sus ideas en la política de nuestro país, y que desafíos existen al respecto.
Primero, la web oficial de la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile refiere se manera panorámica algunas cosas importantes respecto de la vida y formación de Allende Gossens.
Presidente de la República entre el 3 de noviembre de 1970 y el 11 de septiembre de 1973.
Senador por la Novena Agrupación Provincial "Valdivia, Llanquihue, Chiloé, Aysén y Magallanes" en el período 1945-1953.
Por la Primera Agrupación Provincial "Tarapacá y Antofagasta" en el período 1953-1961
Por la Tercera Agrupación Provincial "Aconcagua y Valparaíso" en el período 1961-1969
Y por la Décima Agrupación Provincial "Chiloé, Aysén y Magallanes" entre 1969 y 1970.
Presidente del Senado entre el 27 de diciembre de 1966 al 15 de mayo de 1969.
Diputado en el período 1937-1941, representando a la Sexta Agrupación Departamental "Valparaíso y Quillota".
Ministro de Salud entre el 28 de septiembre de 1939 y el 7 de abril de 1942, durante el gobierno de Pedro Aguirre Cerda.
Candidato presidencial en las elecciones de 1952, 1958 y 1964.
Podríamos hablar de un líder político perseverante, una figura pública con trayectoria de servicio, o al menos, que realizó esfuerzos por alcanzar el poder y esbozar sus ideales respectivos.
Allende cursó sus estudios primarios y secundarios en el Instituto Nacional y en los Liceos de Tacna y Valdivia. Terminó humanidades en el Liceo Eduardo de la Barra de Valparaíso. Y en 1926 hizo el servicio militar en el Regimiento Coraceros de Viña del Mar.
Ese mismo año ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, donde se tituló de médico cirujano, en 1932. En 1933 participó en la fundación del Partido Socialista de Chile, en el que permaneció toda su vida.
Entre 1937 y 1939 fue secretario regional de Valparaíso. En las elecciones parlamentarias de 1937 fue electo diputado.
Fue electo Presidente de la República el 4 de septiembre de 1970. En las elecciones presidenciales de 1970 obtuvo un 36% de los votos, por lo que tuvo que ser ratificado por el Congreso Pleno, que debió elegir entre las dos más altas mayorías: Salvador Allende Gossens y Jorge Alessandri. Logró el triunfo definitivo gracias a la intervención de la Democracia Cristiana, que tenía la mayoría en el Parlamento.
Por primera vez en la historia del mundo occidental un candidato marxista llegaba a la presidencia de la República a través de las urnas, democráticamente. Ejerció el cargo entre el 3 de noviembre de 1970 y el 11 de septiembre de 1973.
No debemos de olvidar que la izquierda chilena estaba constituida por los partidos Comunista y Socialista. El primero era el partido comunista más grande de América Latina, fuera del cubano, con una base social fundamentalmente obrera y con un importante número de intelectuales. El Socialista tenía una base política más heterogénea.
En 1955, después de un período de continuas rivalidades entre estas dos corrientes, se formó el Frente Nacional del Pueblo (FRENAP), combinación política que buscaba integrar a toda la izquierda, incluyendo el Partido Radical.
Allende fue elegido presidente de esta combinación. Ahora bien, esto reflejaba un intento de polarización que, entre paréntesis, la derecha chilena también empezaba a realizar tentativamente, con acuerdos, posición política y deliberación respectiva, ejecución que ambos sectores (izquierdas y derechas, liberales y estatistas) erróneamente hilvanaban.
De ese proyecto de transformación revolucionaria por la vía legal que Allende esperaba, dicho sea de paso, en la actualidad solo quedan algunos retazos y tristeza, ya que la promesa de “un hombre nuevo”, de un socialismo horizontal y de un gobierno para el pueblo, sin duda, resultan en una sombra constante de la cual la izquierda chilena parece tener nostalgia, memoria y profundos sin sabores precedentes.
Tal vez, el llamado sería a dejar la figura de Allende en el “más allá, o en el más atrás”, pero sacarlo del presente, ya que cada estrato de la historia tiene sus propios entramados políticos, económicos y sociales que responden a una época y a una forma es entenderse a sí mismo. No se puede gobernar con las ideas de los años 70, ni tampoco debatir dichas ideas con lineamientos libertarios adyacentes al siglo XX, vivimos en el siglo XXI donde existen nuevos paralelos, similitudes y matices con relación al Allende presidente.
Sin embargo, y por el bien de la izquierda chilena, se debería abandonar cualquier plan de gobierno que resulte un “fotocopiado” de los itinerarios sociales, económicos políticos, religiosos y parlamentarios del exmandatario Salvador Allende Gossens, solo así se podrán debatir ideas frescas, contingentes y con modernizaciones que sean garantes de acuerdos y en constante aprendizaje del pasado, donde Allende resulta un eslabón más en la cadena de la historiográfica de Chile, no el fin último.