Socavones: Advierten que ante circulación relevante de agua situación "puede empeorar rápidamente"
Jean Baptiste Gressier director de Geología de la Universidad Nacional Andrés Bello (UNAB), sede Viña del Mar, entiende a cabalidad lo que está sucediendo en la ciudad de la Región de Valparaíso, donde desde el año 2023 se han generado una serie de socavones que mantienen en alerta a la comunidad que habita el campo dunar de Concón, lugar específico afectado por estos eventos que amenazan la habitabilidad de la zona.
Considerando este creciente fenómeno, el experto francés comenta la situación analogándola a lo sucedido hace un tiempo en la costa de su país.
"En ambos casos, la intervención humana ha sido un factor clave en la degradación del entorno costero. En Reñaca, la construcción en dunas, la falta de planificación urbana adecuada, y los cambios meteorológicos importantes han llevado a la situación que conocemos hoy", asegura.
Y agrega que "en Francia, la urbanización cerca de la costa y el cambio climático, que generó tormentas más violentas cada año, han permitido que la erosión marina cause estragos".
"Estos casos sirven como ejemplo de la importancia de una planificación adecuada y sostenible en las zonas costeras, teniendo en cuenta los posibles efectos del cambio climático", recalca a renglón seguido.
En consecuencia, plantea, "es necesario tomar medidas para protegernos de los peligros geológicos, asegurando que no se repitan situaciones similares en el futuro".
Situación del campo dunar
Consultado respecto de cuán desmejorado se ha visto el terreno, considerando que a lo sucedido el año pasado, cuando se generó el primer socavón, se han sumado una seguidilla de sistemas frontales entre mayo y junio, con incluso escasas horas de ocurrencia entre uno y otro, Baptiste comenta que "eso depende de la escala de observación".
"A escala del campo dunar, esos socavones son superficiales y el campo dunar no está mucho más deteriorado de lo que estaba hace un poco más de un año", advierte.
No obstante, aclara que "a escala de los socavones y de las zonas directamente en contacto, el deterioro es importante, debido al cambio de topografía que representan ahora zonas privilegiadas de circulación de agua".
"Hemos observado que con una circulación importante de agua, la situación puede empeorar rápidamente. A escala de la duna, la modificación de la pendiente y la pérdida de material, si se repiten demasiado, pueden afectar la distribución de los esfuerzos dentro del depósito sedimentario, lo que puede provocar su inestabilidad, no solamente en la superficie", complementa.
Paralelamente, y considerando que desde la comunidad de vecinos del edificio Eurocochoa norte se presentó un recurso de protección contra los copropietarios de un emplazamiento vecino, argumentando que "la situación es crítica y el riesgo de derrumbe parcial o total del edificio Euromarina II es inminente", nuestro entrevistado es cauto.
"A pesar de que la estabilidad del Euromarina se vio comprometida con la formación del socavón, no es posible determinar su situación únicamente a partir de observaciones superficiales".
Existe opción de sismo de magnitud relevante
"Asimismo, resulta imposible predecir cómo y cuánto se desplazaría en caso de movimiento", recalca luego al tiempo que asegura que "en relación a la posibilidad de un terremoto, la región es conocida por su actividad sísmica y existe la posibilidad de que ocurra un sismo de gran magnitud".
Por impopular y polémico que sea, ¿a estas alturas no resulta razonable declarar la completa inhabitabilidad del campo dunar o directamente demoler los edificios en riesgo?, se consultamos luego.
"Es importante considerar la opinión y el bienestar de las personas que viven en la zona afectada", plantea relevando la necesidad de "contar con la participación ciudadana en la toma de decisiones y buscar soluciones que beneficien a todos los implicados".
Además, precisa, "antes de optar por medidas extremas como la evacuación de una zona por riesgo de deslizamiento del suelo, es necesario evaluar todas las opciones disponibles y buscar la más adecuada para garantizar la seguridad de las personas y preservar el entorno de forma sostenible.
"La prevención y la planificación son clave para evitar situaciones de emergencia y proteger a la población de posibles desastres naturales", agrega.
Prevención y mitigación
En caso de que no exista orden de demolición ni inhabitabilidad de todos los edificios involucrados en los socavones, cuánto realmente pueden aportar los trabajos de mitigación es otra consulta ante la que Baptiste tiene una postura clara.
"En Chile existen esfuerzos por identificar y mitigar zonas de peligro, pero queda mucho por hacer", recalca.
Para el experto, "la prevención y la mitigación de riesgos deben ser una prioridad, y es fundamental que se destinen los recursos necesarios para llevar a cabo estas acciones de manera efectiva".
Incluso, comenta, "es necesario que se realicen evaluaciones de riesgo periódicas, y se implementen medidas de mitigación de manera proactiva, antes de que surjan problemas.
"Esto requiere de la colaboración entre distintos actores, como el gobierno, las autoridades locales, la comunidad y expertos en la materia", asegura.
En resumen, comenta, "es fundamental que se identifiquen todas las zonas de peligro con precisión y se tomen las medidas de mitigación necesarias para proteger a la población y evitar desastres. Esto se logra con un trabajo conjunto y el compromiso de todos los involucrados".
Crédito foto: Agencia Uno