Gobierno mexicano por arte chileno: "Espacio liminal entre países es de muchísimo interés"
Las artes latinoamericanas tuvieron su más reciente cumbre en el Barrio Yungay en Santiago, espacio en el que se desarrolló el Slam de Teatro, en el que actores de nuestro país compartieron espacio con exponentes de Colombia, Cuba y México.
La última versión de esta instancia se desarrolló la semana del lunes 6 al viernes 10 de mayo, con presentaciones de teatro experimental gratuitas para todo público.
Cada año se realiza en diferentes países el Slam de Teatro, una residencia internacional de teatro experimental, que este 2024 se realizó por primera vez en la capital de Chile
Directo desde México, conversó con El Desconcierto Tareke Ortíz, director del Sistema Nacional de Creadores de Arte de México y del Slam de Teatro.
"Me parece que Latinoamérica tendría que ver la idea de reforzamiento y cuestionamiento de ideas en el sentido crítico que ha tenido ante las múltiples imposiciones que ha recibido desde la colonia", afirma sobre la unión de los países en el contexto artístico actual.
- ¿Cuál fue el motivo por el que se eligió el espacio público como pieza central de las muestras?
-En los últimos años, desde el estallido, el groso de la imagen que recibíamos de Santiago era el espacio público, por todas las razones obvias, y si bien nos parecía nos parecía estimulante la idea también, nos parecía un desafío como un grupo colectivo externo llegar y tener algo que decir con respecto al uso del espacio público, después de todo lo que había pasado, con el estallido, el voto a la Constitución; un estado anímico golpeado.
Desde nuestra perspectiva, pero justamente por querer visitar un espacio emocional colectivo, con el deber de artista de dar una luz nueva o ángulos a una realidad común, fue que decidimos plantearnos el desafío de trabajar con el espacio público.
- ¿Cómo valora la unión de estos países en torno al teatro?
-En cualquier aspecto es potencialmente útil artísticamente una unión entre varias perspectivas nacionales. En ese sentido, la manera en la que se han ido adhiriendo participantes de distintos países a este ejercicio del Slam ha sido muy espontánea y circunstancial.
Quizá la utilidad o el valor está en lo generacional, en lo que nos reúne. Es verdad que la noción de lo nacional no sé, es importante, pero no tanto como la artística.
No quiero sonar como que subestimo la noción de lo nacional, que es muy importante, pero también es verdad que a partir de nuestro trabajo como artistas, en el mejor de los sentidos creemos que se deconstruye la noción de identidad nacional. Nuestro deber tiene que ver mucho más con reelaborar, resignificar y cuestionar nociones tan universales como la humana, pero también tan particulares como la nacional.
No tenemos una línea de proyecto que tenga que ver con sostener estas nociones de nacionalidad tanto como con cuestionarlas en todo caso.
- ¿Cómo conversan los contextos sociales de Chile y México con el teatro y las artes?
-De maneras múltiples. Yo solo podría hablar de una de las líneas de conversación que conozco que es la personal, como alguien que desde México se crio entre exiliados en los 70s y 80s. Le da raíz a una perspectiva y a un cierto tipo de enlace y de vasos comunicantes que han tenido que ver siempre con el teatro y con la música.
Esa conversación, tiene mucho acuerdo e historia en común, solidaridad y construcción de mundos liminales. Hay otras que se mantienen en otros ámbitos también del arte, que son más comerciales, más capitalistas y conservadoras de las cuales pues yo conozco muy poco.
Yo creo que el espacio liminal entre Chile y México y otros países de Latinoamérica es de muchísimo interés para todas las distintas corrientes, intenciones e impulsos proyectos de nación y aspiraciones.
- ¿Qué otros frentes como el teatro contribuyen a reforzar la identidad latinoamericana?
-Sería importante que esa noción de identidad latinoamericana que históricamente ha sido crítica y desde lo artístico ha buscado que se construyan ideas importantes como la de género y nacionalidad. La latinoamericanidad es una discusión de varios planos, aunque desde la narrativa primer-mundista existe una noción de lo latinoamericano que les es cómodo y conveniente de percibir.
Nosotros la recibimos de vuelta y las adoptamos a voluntad o no. Me parece que Latinoamérica tendría que ver la idea de reforzamiento y cuestionamiento de ideas en el sentido crítico que ha tenido ante las múltiples imposiciones que ha recibido desde la colonia.