Recién cumplidos los primeros 120 días del nuevo gobierno argentino bajo la presidencia de Javier Milei, las consecuencias para los derechos de las mujeres son alarmantes. El discurso antifeminista del presidente ha desencadenado una ofensiva contra los esfuerzos por combatir la violencia de género. Además, la promoción de medidas regresivas amenaza con desmantelar las iniciativas de igualdad que el movimiento feminista ha luchado por establecer durante la última década.

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Proyecto de ley para volver a criminalizar el aborto

En febrero, el partido político de Javier Milei, La Libertad Avanza, presentó un proyecto de ley ante el Congreso para volver a criminalizar el aborto, que propone que tanto las mujeres que se sometan a interrupciones del embarazo como quienes las realicen enfrenten penas de prisión.

El proyecto de ley tiene como objetivo derogar la Ley 27610, que otorga a las mujeres el derecho a acceder a un aborto seguro y legal de forma gratuita dentro de las primeras 14 semanas de embarazo, y sin límite de tiempo cuando hay riesgo para la vida de la madre. La ley fue aprobada en 2020 tras años de dedicada lucha por parte del movimiento feminista.

El nuevo proyecto de ley no sólo pretende eliminar este derecho fundamental, sino que introduce restricciones aún más severas que las existentes en el Código Penal que regía entre 1921 y 2020, cuando el aborto sólo estaba permitido en embarazos resultantes de una violación o cuando la salud de la mujer estaba en peligro.

La nueva ley propuesta no prevé ninguna excepción para el aborto en caso de violación. En su lugar, obligaría a la sobreviviente de una violación a solicitar una orden judicial, quedando la decisión a discreción del juez.

La única circunstancia en la que la interrupción del embarazo no sería punible es cuando la vida de la mujer estuviera en peligro inminente debido al embarazo, pero la interrupción sólo se permitiría "mientras el peligro no pueda evitarse por otros medios".

Supresión del Ministerio de las Mujeres y la prohibición de la "perspectiva de género"

Luego de asumir la presidencia, el gobierno de Javier Milei suprimió el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, transfiriendo sus responsabilidades al Ministerio de Capital Humano. Esta decisión ha generado una gran incertidumbre sobre la continuidad de las políticas de género que antes supervisaba el ministerio disuelto.

El presidente Milei ha afirmado que "la violencia no tiene género" y, en febrero de 2024, su gobierno declaró su intención de prohibir "todo lo relacionado con la perspectiva de género" dentro de la administración nacional.

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La ultraderecha argentina ha lanzado una ofensiva contra el término 'género', como parte de una estrategia para promover políticas que recortan la autonomía y la igualdad de las mujeres. Esta representación de los derechos y las protecciones legales de las mujeres como una amenaza para los valores familiares tradicionales es una tendencia preocupante.

La organización internacional de derechos de las mujeres, Equality Now, viene observando este fenómeno a nivel global. Partidos y gobiernos de extrema derecha están presionando para restringir los derechos reproductivos, reforzar los roles de género tradicionales y obstruir las vías legales contra la violencia sexual y de género.

Los recortes presupuestarios amenazan las políticas de género

Las medidas de austeridad implementadas por el nuevo gobierno han reducido significativamente los fondos destinados a políticas con perspectiva de género, lo que ya está teniendo un impacto en los servicios de prevención y respuesta a la violencia de género.

Una alianza argentina de organizaciones de la sociedad civil reportó que el actual gobierno recortó en lo que va de su gestión en un 33% el gasto en las políticas públicas que apuntan a reducir la desigualdad de género.

Un ejemplo es la Línea 144, un canal de comunicación atendido por profesionales que brindan atención, contención y asesoramiento a mujeres y personas LGBTI+ en situación de violencia de género. La cantidad anual de llamadas recibidas por la Línea 144 ha aumentado significativamente en los últimos años, y las consultas relacionadas con la violencia sexual representan una gran parte de este incremento. Aunque la línea continúa operativa, han surgido dudas sobre su eficacia debido a significativos recortes presupuestarios y de personal.

Las medidas de austeridad también están afectando al Programa Acompañar, una política que proporciona ayuda económica a las mujeres víctimas de violencia de género en situación de alto riesgo para que no tengan que vivir con sus agresores. En los dos primeros meses de 2024, el programa redujo su ejecución presupuestaria en un 65% en comparación con el mismo período de 2023.

La reducción de los programas estatales y recortes presupuestales en políticas de género afectan directamente los derechos de las mujeres y perjudican a toda la sociedad, que deja de beneficiarse de los resultados más amplios de la igualdad de género.

La institucionalización del discurso misógino

Milei utilizó un discurso misógino durante su campaña electoral y atacó al movimiento feminista. Una vez en el poder, intensificó su retórica contra las defensoras de los derechos de las mujeres, encabezando una agresiva campaña antifeminista.

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Esto incluye ataques contra figuras feministas públicas, como en el caso de la artista Lali Esposito, conocida por sus posturas progresistas y su apoyo al aborto. Mujeres periodistas que cubren temas de género también reportan abusos crecientes, como doxing y amenazas de violencia en línea.

En todo el mundo, cuando los líderes políticos promueven discursos y actitudes misóginas, perpetúan una cultura machista y estereotipos de género, reforzando un clima hostil y poniendo en peligro el derecho fundamental de las mujeres a vivir libres de violencia y a disfrutar de libertad de expresión.

La amenaza de las figuras de extrema derecha trasciende sus actos individuales y se encuentra en el apoyo público a sus discursos misóginos, incitando a otros a adoptar y actuar según estas convicciones nocivas. Legitimar el odio autoriza a individuos y grupos a oprimir a otros mediante diversas formas de violencia, verbal, física y en línea. Esto es especialmente peligroso para las mujeres y otros grupos marginalizados, que suelen ser quienes sufren la peor parte de esta hostilidad.

Las feministas argentinas enfrentan los retrocesos

En respuesta, mujeres de todo el país han salido a las calles y a las redes sociales para expresar su oposición a las propuestas retrógradas del gobierno y los ataques misóginos. Las activistas feministas vienen ejerciendo una oposición política esencial tanto a nivel nacional como provincial.

El movimiento feminista argentino es uno de los más fuertes de América Latina. Es crucial que las personas defensoras de los derechos de las mujeres en todo el mundo se solidaricen con este movimiento y amplifiquen las voces locales que enfrentan estos retrocesos, los cuales amenazan el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.

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La comunidad internacional debe intensificar su apoyo, mantenerse alerta y recordar al gobierno argentino su deber de cumplir con los estándares internacionales de derechos humanos.