En la región de Arica, pegado a la frontera con Bolivia, se ubica el salar de Surire. Se trata de uno de los lugares más importantes en América del Sur para la reproducción de tres especies de flamenco amenazadas: el flamenco de James, el andino y el chileno.

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Una investigación periodística de los medios Ciper y Mongabay Latam, reveló a través de correos filtrados, que la empresa minera Quiborax trabajó con ex funcionarios de Conaf en Arica para flexibilizar las normas ambientales y poder extraer mineral en zonas restringidas del salar.

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“Con Conaf hemos llegado a ciertos acuerdos que viabilizan la extracción en las pertenencias de Quiborax que se encuentran autorizadas y con restricciones”, se puede leer en uno de los miles de correos filtrados por el grupo de hackers Guacamaya.

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Los correos dan cuenta de un diálogo y trabajo permanente en que titulares de la empresa lograron que Conaf flexibilizara su posición, para que la minera pudiese extraer en zonas cercanas a lugares de nidificación de flamencos.

Ante la consulta de los medios de investigación, desde la dirección regional de Conaf en Arica confirmaron la existencia de una investigación interna para determinar la relación entre los directivos de la empresa y de la administración anterior de la oficina regional. Uno de los funcionarios involucrados aún tiene un cargo en la institución.

¿Cómo afecta a los flamencos?

La actividad minera parece haber tenido un impacto en la tasa de reproducción de flamencos: en el verano de 2022 a 2023, ningún polluelo de las tres especies de flamenco nació en el Salar de Surire. Según el informe técnico de Conaf, se encontraron 25 zonas con evidencia de nidificación pero que fueron abandonadas por los flamencos al no encontrar las condiciones óptimas.

El informe técnico de Conaf identificó en terreno amenazas generadas por la empresa en el hábitat de flamencos, como la aparición de nuevos caminos no regulados dentro del salar, la remoción de suelo formando lagunas artificiales y la reducción del alimento disponible para los flamencos, así como un “montículo de cadáveres de flamencos” encontrado por el equipo investigador.

Desde Quiborax alegaron ante Ciper y Mongabay Latam, que según el último censo de flamencos la población actual en el salar se mantiene con respecto a años anteriores. Pero especialistas explican que la actividad no afectó aún a la población adulta sino al hábito de reproducción, que se ha ido modificando con la presión industrial cada vez más grande sobre los salares.

El biólogo Yerko Vilina, entrevistado para el reportaje de investigación, explica que los flamencos están cambiando sus patrones de distribución espacial porque los salares ya no cumplen con las condiciones de antes. Por esto, se reproducen en colonias más pequeñas. A pesar de que estas especies de flamencos habitaban solo en la puna, en los últimos años se han reportado aves errantes en humedales costeros, dando cuenta del desplazamiento al que se ven forzados.

Estos obstáculos en la reproducción, tarde o temprano se verán reflejados en una disminución de la población adulta de flamencos, concluye Vilina.