Científica chilena mapeará dónde comen las ballenas para limitar la extracción de krill

Científica chilena mapeará dónde comen las ballenas para limitar la extracción de krill

Por: María del Mar Parra | 29.02.2024
Dispositivos de monitoreo no invasivo hacen posible conocer los hábitos de las ballenas y así proteger las poblaciones de krill de las que se alimentan en la Antártida, hacia donde viaja la especialista chilena para sumarse a la investigación.

Durante las últimas décadas, el cambio climático se ha intensificado a la vez que aumenta la extracción de krill en la Antártica, presionando aún más el día a día de las ballenas que ya deben enfrentarse al intenso tráfico marítimo.

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Hasta ahora, la extracción de krill estaba regulada resguardando los sitios de alimentación de colonias de animales fáciles de estudiar, como los pingüinos o focas. Pero la dificultad de monitorear los hábitos de las ballenas, impedían considerarlos en la toma de decisiones.

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Los avances tecnológicos han hecho posible instalar dispositivos de monitoreo no invasivos en las ballenas para poder conocer sus trayectos y así asegurar la presencia de krill en los sitios donde se alimentan, además de otras medidas de protección.

“Protegiendo a los gigantes de la Antártica” es el nombre del proyecto liderado por investigadores australianos y al que se suma ahora la bióloga chilena Yacqueline Montecinos, en una expedición hacia el continente blanco.

“Este continente es el área de alimentación más importante de cetáceos altamente migratorios en todo el hemisferio sur, por tanto, poder monitorear lo que está pasando en este gran hábitat es necesario para promover medidas necesarias que permitan mantener el equilibrio ecosistémico adecuado para la permanencia de las grandes ballenas”, explica Montecinos, que es coordinadora de biodiversidad marina en la ONG WWF Chile.

El proyecto trabaja a contratiempo debido al delicado estado de conservación de algunas especies como las ballenas azules, que son las criaturas vivas más grandes del planeta y que están en peligro de extinción.

Uno de los objetivos que se plantean los investigadores es informar los lugares que deberían considerarse para crear áreas marinas protegidas en la zona.