A pesar de que aún se están estudiando a fondo las razones que dejaron decenas de estrellas de mar varadas en las costas de Pichilemu, autoridades sostienen que un factor podría haber sido determinante: el calor.

La zona central del país está sumida en una de las olas de calor más largas e intensas del último tiempo con una gran amplitud geográfica entre mar y cordillera, desde Coquimbo hasta la Araucanía al menos.

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Para la jefa de la División Recursos Naturales y Biodiversidad, Daniela Manuschevich, la situación es “un ejemplo de interacción entre el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Teneos una ola de calor extremo que está afectando la temperatura del mar y esto afecta a poblaciones de distintas especies”, sostiene.

Manoucheri también sostiene que la situación recalca la importancia de tener poblaciones de cada especie en lugares protegidos donde se puedan adaptar poco a poco al cambio climático y resistirlo, reduciendo la pérdida de biodiversidad debido al calentamiento global.

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Laguna de Aculeo

Otra situación de impacto en la biodiversidad en un cuerpo de agua se dio en la laguna de Aculeo, que luego de haber recuperado su espejo de agua después de años de sequía, ahora es estudiada debido a que se avistaron muchas especies de aves y peces con parálisis y muertos en las aguas.

El Servicio Agrícola Ganadero (SAG), está tomando análisis del agua para determinar las causas del suceso.