Difícil resulta en Chile proyectar comprar una propiedad para vivir. Así ha quedado evidenciado a partir de las variables del mercado inmobiliario, como es el caso de los requisitos de renta que imponen las entidades bancarias para acceder a un crédito hipotecario, con mínimos bastante inabordables para la gran mayoría de la gente que habita en nuestro país.

Así lo confirma además un estudio de Plusvalízate respecto de la apreciación que específicamente tiene la generación millenial (nacida entre 1981 y 1993) sobre el tema.

Según sus resultados, cuatro de cada 10 personas de este segmento etario tiene restricciones para acceder a un crédito hipotecario, mientras que 60% de ellos cree que tener una casa propia es imposible.

Por otra parte, cerca de la mitad de los sondeados asume que debe arrendar por más tiempo que sus padres por no lograr acceder a casa propia, mientras que para 30% de ellos es más importante viajar y recorrer el mundo que tener un inmueble".

Otro revelador antecedente es que 70% de los millenials que no tiene casa propia, asegura que si no la consiguen, no es de vida o muerte para ellos, ya que tienen otros objetivos.

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"Es viable"

Para el socio fundador de la entidad a cargo del estudio, Robinson Torres, acceder a un crédito hipotecario no es en absoluto complejo, sí lo es poder cumplir con los montos exigidos, lo que se suma a la dificultad derivada del tipo de propiedades que podrían ser abordables previo a la pandemia y hasta hace dos años.

“Existe una sensación en la opinión pública de que esto se debe a un alza desmedida de las propiedades por parte del mundo inmobiliario, sin embargo, los datos nos entregan una realidad muy distinta y, es que el problema del acceso al financiamiento para adquirir bienes inmuebles no radica en un alza de precios de las propiedades, sino que en el costo del dinero por incremento de tasas en los créditos hipotecarios producto de los altos índices inflacionarios”, detalla.

De hecho, Torres asegura que “el índice de precios de viviendas entregado por el Banco Central nos muestra cómo a partir del cuarto trimestre de 2021 los precios comienzan a decaer, mientras que en el segundo trimestre del mismo año, la inflación comienza un desarrollo al alza, siendo este momento el punto de inflexión para el alza en las tasas de créditos hipotecarios”.

Por otra parte, plantea que “si se quiere una casa propia es viable, y aunque requiera esfuerzos de ahorro, se puede. Ahora bien, comprar una propiedad que cumpla las expectativas conforme a la ideal, ya es otra cosa”.

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