Ante eventual arribo de La Niña este 2024 alertan de serio riesgo de racionamiento de agua
Considerando que este 2023 Chile enfrentó un invierno particularmente adverso con diversos eventos de intensas precipitaciones en una temporada en que el fenómeno del Niño se desplegó a sus anchas, lo que se anticipa con importantes posibilidades, es el arribo de La Niña.
Así lo detalla Claudia Santibáñez, directora de la Escuela de Ingeniería en Medio Ambiente y Sustentabilidad de la Universidad Mayor, quien en un ilustrativo diálogo con El Desconcierto levanta algunas alertas respecto del 2024.
"Quizá es un poco precipitado que va a llegar La Niña, porque eso no se puede decir con certeza", advierte antes de profundizar en el tema, recalcando además que nuestro país enfrentó "un Niño súper intenso, va a durar por lo menos hasta abril".
¿Qué significa esto? "El océano, el Pacífico tropical todavía va a estar con altas temperaturas, por lo tanto estos eventos de olas de calor van a seguir presentes. Y se espera que en el trimestre que viene después de abril, mayo, junio, podríamos tener una etapa de transición, una fase neutra donde no podríamos presentar ningún fenómeno", asegura.
Respecto del verano que estamos viviendo, la química ambiental de profesión, recalca que este tendrá "calor extremo sí o sí, ya tenemos los efectos de cambio climático que hace que los anticiclones estén muy potentes y estos hacen que las olas de calor sean cada vez más intensas y más frecuentes, a eso tenemos que sumarle el fenómeno del Niño que hace que la atmósfera esté más caliente, como el mar está más caliente, esa temperatura se traspasa, las olas de calor debieran estar más intensas por estos dos efectos que están actuando de manera sinérgica".
Sobre estas olas de calor, asegura, "esperamos que tengamos episodios con al menos tres días con temperaturas muy superiores al promedio histórico, eso significa en la zona central, tres días seguidos por sobre los 32 grados".
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Sobre 40 grados en algunas zonas
"Y en otras zonas podríamos tener temperaturas cercanas a los 40 grados y sobre 40", proyecta aludiendo a Los Andes, San Felipe y Chillán.
¿Cuáles son las amenazas que se generan para nuestro país con todas estas variables medioambientales en el contexto de un cambio climático que está evidenciando complejos efectos que incluso alcanzan a la vegetación? La experta sincera que el problema es complejo y a él se adiciona el riesgo de incendios forestales, que "se suma a que este invierno estuvo más lluvioso que lo habitual", lo que genera insumos relevantes para el desarrollo de siniestros como el que esta temporada ya está enfrentando nuestro país.
"Creció mucha vegetación herbácea y ahora está seca, es eventual combustible propicio para que puedan propagarse los incendios", asegura.
"Va a ser complejo (este verano), dice antes de proyectar los meses que vienen. "Debiésemos en abril, mayo y junio la fase neutra, sin Niño ni Niña. Y si se presenta La Niña, que podría ser por junio o julio, es todo lo contrario del Niño, años secos y temperaturas más bajas ya no con estas tremendas olas de calor que ha genera el Niño", agrega.
[caption id="attachment_890025" align="alignnone" width="900"] Claudia Santibañez- Cedida[/caption]
La amenaza de la sequía
Paralelamente, la experta advierte que "la característica principal de La Niña es que trae sequía. Si bien el año fue normal, no es suficiente para recuperarnos de una sequía extrema".
"Podríamos tener otro año seco, con las consecuencias que todos conocemos, que podría llevarnos incluso a racionamientos de agua, va a depender de qué tan intensa sea esa sequía", complementa.
Por las condiciones de nuestro país propiamente tal, además del cambio climático, ¿cuáles son las principales alertas que se visualizan?
"Nuestro principal problema va a ser el problema del agua, es un tema crítico. Vamos a tener que tratar de acostumbrarnos a ser más eficientes. Todavía nos falta mucho, seguimos viviendo como si tuviéramos mucha agua disponible, vamos a tener que empezar a cambiar la cultura en torno al agua", dice.
Incluso, asegura, "si revisamos, las precipitaciones han ido disminuyendo en todo el territorio, producto del cambio climático hay una disminución histórica de las precipitaciones, vamos a tener que acostumbrarnos a vivir con menos agua. Es un impacto importante, pero se puede puede manejar en la medida que uno es eficiente, por eso tenemos que avanzar hacia eso, mayor educación ambiental".
Urge atender el problema
"Todo va a depender de las medidas que se tomen y que se tomen con la premura necesaria. Cuando se llega a racionamiento extremo es cuando no se han hecho bien las cosas. Si logramos anticiparnos, empezamos a cambiar nuestros hábitos, a cambiar ciertas tecnologías, a aprovechar las fuentes de agua que tenemos disponibles, desarrollar la desalación del agua del mar, podemos mejorar los sistemas de contención de agua para aprovecharla, no necesariamente tendríamos que llegar a esta situación tan extrema", aclara en medio de su poco alentador pronóstico.
¿Estamos trabajando en eso?, le consultamos a renglón seguido. "No con la premura necesaria, no se ve que estemos sintonizados con el problema todavía, debiéramos ya estar ya en eso", asegura apuntando a la amenaza del racionamiento, alertando además que "ya hemos estado al borde de eso, podría pasar en cualquier momento si no actuamos ya. Si el próximo año es muy seco, podríamos eventualmente estar con racionamiento, eso puede venir en cualquier momento".