Ad portas del verano, época en que el mercado agrícola dispone de una mayor cantidad de frutas, lo que se suma al consumo habitual de verduras, Mauricio Cañoles, director de la Escuela de Agronomía de la Universidad Mayor, comenta cómo debieran comportarse los precios, considerando que durante el año en curso fueron diversos los eventos de lluvias intensas que afectaron al país.

"La principal fruta en este país es la cereza. Y lamentablemente, el cerezo es muy, muy susceptible a las lluvias, tiene un problema de partidura", asegura recalcando que "en general en todas las frutas cuando llueve en tiempo en que no debiera llover, hay una merma. Cuando llueve en floración, se caen flores, se pierden flores, y si no tienes flores, no tienes fruta".

Sin embargo, en el caso del cerezo, hay una incidencia que Cañoles comenta en detalle. "Es el primer frutal que florece y el primero que se cosecha. Pero este año pasaron varias cosas. Las temperaturas estuvieron bastante más cálidas, más moderadas, lo que permitió una cosecha más anticipada. Las flores salieron antes, por lo mismo la fruta también", asegura.

A este factor, se adicionan las precipitaciones. "Llovió varias veces, esas lluvias ocasionaron caída de flores, no importa, aplicamos menos reguladores de crecimiento porque en general siempre hay más flores que las necesarias, pero llovió en cerezas que estaban listas para cosecha", detalla antes de profundizar el efecto del agua caída este invierno.

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Partidura de las cerezas

Ejemplificando con las cerezas que tienen una partidura, lo que se evidencia en una rotura de la fruta, el experto asegura que esta corresponde al impacto del agua, que "el fruto absorbe por la piel, se hincha y revienta. Y contra eso no hay nada que hacer".

La opción entonces, "es evitar que se moje con techos, para eso son los techos, es la principal razón de por qué los agricultores ponen techos en las cerezas".

Cuando ya está lloviendo y no hay techos cubriendo la frutas, otra alternativa es que un helicóptero las seque, una técnica afecta a algunas variables, como tener condiciones de vuelo para implementar este sistema, además de que las precipitaciones no sean permanentes, porque inevitablemente si tras secarlas, se vuelven a mojar... Y tampoco se trata de una opción barata, ilustra el experto.

Por osmosis, el agua lluvia además, se va hacia la fruta, que contiene más concentración de azúcares, otro inconveniente que generan las precipitaciones.

Como sea, la aplicación de productos también puede ayudar a enfrentar los sistemas frontales desde la agricultura, una solución que también tiene limitados alcances.

Impacto en el precio

"En el caso de la cereza, una partidura es una cereza que se perdió, no se puede exportar y es muy difícil que se pueda vender en el mercado interno", aclara.

Respecto de los precios, asegura que las que actualmente están a la venta son las primeras, después de Navidad, asegura Cañoles, "empieza la producción más normal del sur y los precios tienden a bajar y al final de la temporada ya hay precios más bajos".

¿Cuál es el impacto en el bolsillo del consumidor? "Deberían subir los precios, pero ahí ya es especulación, tal vez las cerezas no estén tan buenas para la exportación, por lo tanto puedes tener más oferta interna, con lo cual pueden bajar los precios, pero no creo que sea la situación", proyecta el experto.

"Lo más lógico es que exista una escasez y ojalá por eso también suban los precios internacionales, los que tienen techo y alcanzaron a proteger (la fruta) y puedan exportar, van a alcanzar mejores precios, porque tienen menos competencia. Eso va a pasar. Y acá tampoco tenemos muchos países competidores, en exportación Chile es número uno del hemisferio".

¿Y el resto de las frutas y hortalizas?

¿Cuál es el panorama para el resto de las frutas y hortalizas?, le consultamos a renglón seguido a Cañoles, quien aclara que los precios no debieran presentar mayores variaciones. "Creo que no hay tanta importancia con el resto, el agua moja y lo que más se va a tener es mayor aplicación de pesticidas", asegura al tiempo que detalla que la mezcla de humedad más temperatura "es hongo seguro, eso puede aumentar un poco las pérdidas, pero hay medidas de control que son los pesticidas".

"Pueden aumentar un poco los precios, pero no sé si tanto por parte de los costos, puede que haya un poco menos de oferta, pero no he escuchado nada muy alarmante por el momento, pero en Chile hoy todo gira en torno a las cerezas. Y "es la emergencia del momento, de hecho Fedefruta sacó un comunicado (hace unos días)", donde se habla de pérdidas del 50% de las cerezas por las lluvias", dice.

Eso sí, aclara que en este caso el impacto en la "fruta temprana, porque la que esté madura después de esto no tendría que afectarse, a menos de que llueva de nuevo", dice aterrizando algunas versiones en torno a un alza evidente como consecuencia de la lluviosa temporada de invierno que tuvo el país este 2023.

Eso sí, en general, asegura que todo depende de cómo se comporte el tiempo. "Puede seguir lloviendo, podrían aumentar los precios en la medida que hay daño en la producción. Las hortalizas, más el daño fue por arrastre por inundación, (pero) no es que hayan grandes pérdidas, puede haber más especulación, no colusión", advierte.

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